Mandela

Es imposible que un ser humano tenga la capacidad para describir aunque fuese alguna de las innumerables e imborrables huellas que dejó en esta efímera vida un hombre de la estatura de Nelson Mandela. Muerto a los 95 años de edad, de los cuales 27 estuvo detenido al capricho de la feroz dictadura que castigó a su querida Sudáfrica. Una lucha permanente, sin aliento para tomar más fuerzas, no se separó de ellas un solo instante. Nelson Mandela representa a la especie humana contemporánea. Es su símbolo. En él se recogen los ideales de libertad, igualdad y solidaridad a los que aspira el mundo entero entrecruzados en una hermandad sin distinciones. Su vida entretejida en una sucesión de actos heroicos es un ejemplo que sus sobrevivientes debemos imitar. Nelson Mandela debe ser enseñado en todas las escuelas del mundo y el día de su muerte ha de conmemorarse en cada uno de los países como el Día de la Libertad. Sería el mejor homenaje que la humanidad le rendiría a su héroe.