Tiempo de reinventarse

La caída en las ventas de la Zona Libre de Colón es de espanto. Obedece más que todo al efecto de la situación económica de Venezuela e indudablemente a las medidas que ha tomado Colombia frente a las mercancías que entraban a ese país procedentes de esta zona franca. Al margen de los legítimos reclamos de Panamá frente a su similar de Colombia, lo cierto es que hay que reinventar la Zona Libre de Colón. Lo que no debemos hacer es dejar morir este emporio comercial que aporta casi una décima parte del PIB y emplea a miles de personas. Al igual que lo que se ha hecho en el Pacífico, donde muchas transnacionales han ubicado sus operaciones, la Zona Libre de Colón tiene que ir emigrando hacia otras actividades, aprovechando su estratégica posición geográfica. Ya no quizá como una zona de reexportación, pero sí de ensamblaje y hasta de fabricación de productos. Hay que aprovechar nuestra posición geográfica y nuestra cultura de servicios, para hacer que la renovación de Colón no sea solo desde el aspecto urbano, sino también económico y cultural. La caída de la Zona Libre no es nueva, lo inexplicable es que no nos esforcemos por reinventarla y hacerla fuerte nuevamente.