Descomposición policial

En años recientes, los estamentos de seguridad han sido dotados de presupuestos bastante jugosos que se reparten en buenos salarios en comparación con otros entes e instituciones estatales. Pero la seguridad en el país no es percibida como positiva y cada día nos sorprenden crímenes atroces que ni siquiera imaginábamos que pudieran ocurrir. Pero por más presupuestos y mejores salarios, los entes de seguridad no logran una reputación que los eleve a un grado de respeto en la sociedad. A diario vemos noticias sobre agentes policiales, capitanes, comisionados, etc, metidos en líos de tráfico de drogas o como miembros de bandas delincuenciales, proxenetas o contrabandistas. Es una especie de descomposición interna en los entes de seguridad que, en lugar de resolverse con los mejores presupuestos, se están deteriorando cada vez más. Dada esa realidad, el Gobierno debe empezar a hacer una reingeniería de todos nuestros entes policiales y empezar una purga exhaustiva para devolver la confianza perdida. Hemos ensayado con civiles y cambios de escalafones, pero el deterioro es peor cada día. Aquí tenemos que reestructurar todo nuestro aparato policial y dejar atrás los atavismos de la dictadura. Volver a la policía más amigable con la gente y que verdaderamente cuide a la población. Dejemos de jugar con ejércitos camuflados que no tienen una capacidad real de combate contra terroristas o narcotraficantes y dediquemos esfuerzos al combate contra la delincuencia común que afecta los hogares. La lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, debe ser una tarea conjunta entre países. ¡Frenemos la descomposición policial!