Extradición de Martinelli

El país ha permanecido los últimos tres años en una constante carrera politiquera porque dos exaliados están peleados. Y en medio de esta diatriba, la justicia entra y ataca, cual guardaespaldas de uno de los contrincantes. Pero el país es más que Juan Carlos Varela y Ricardo Martinelli. El país ha sido saqueado con sobreprecios en obras, adendas con aroma de botín y, lo peor, no tenemos certeza de que se recuperen los dineros despilfarrados, aunque metan presos a los supuestos culpables. Martinelli salió del país y se refugió en Estados Unidos y hoy está a punto de ser extraditado. Dice ser el verdadero líder de Panamá, pero se niega a regresar. Un verdadero líder enfrenta lo que tenga que enfrentar y no importa cuánto lo humillen, cuánto lo castiguen, cuánto lo abusen. Lo sufrió Nelson Mandela y más recientemente Leopoldo López en Venezuela. Martinelli tiene miles de seguidores en Panamá que en nada les edifica que se mantenga "huyendo". Martinelli dice ser inocente de todo lo que le acusa. Venga, acuda a juicio, mire a los ojos a sus acusadores y salga con la frente en alto. Lo cierto es que el país está dividido y el expresidente, si en verdad es un líder, puede ayudar a unirlo. Igual puede acabar con este relajo de inestabilidad política innecesaria que está afectando la economía de todos. Así que antes de esperar el juicio del 25 de julio, lo procedente es que Martinelli pida él mismo que lo extraditen a Panamá. No hacerlo es aumentar las sospechas de que huye y por algo. ¿Se atreverá a hacerlo?