• 26/07/2018 02:00

Vergüenza vs. descaro

 El descaro está en el político que recibe cheques a nombre de otros, los cambia y se queda con el dinero

El modelo político y económico panameño ha colapsado y ya eso para nadie es un secreto. Bajo este modelo la corrupción creció y engordó, la justicia se volvió selectiva y muchos miembros de la sociedad panameña dejaron que el descaro rigiera sus vidas. El descaro está en el político que recibe cheques a nombre de otros, los cambia y se queda con el dinero. El descaro también se apoderó de aquel que recibe pagos sin trabajar. Lo usa el comerciante para abultar precios o importar productos sin remorderle un milímetro que arruina agricultores y luego se pavonea como el empresario más decente entre los decentes. Lo usa el de clase alta o el de la baja, para robar luz eléctrica. El vendedor de medicamentos o libros escolares que cobra dos, tres, cuatro y hasta diez veces más por sus productos. El que coacciona o paga para manipular concursos… El que hace que su hijo esté en los primeros lugares en la escuela, aunque no se lo haya ganado en buena lid. Por fortuna, hoy el descaro asquea y pesa y la vergüenza ha empezado a abrirse paso. La vergüenza ha logrado desincentivar la reelección de algunos diputados y ha comenzado a despertar la conciencia nacional. Pero todavía la vergüenza no es suficientemente fuerte, aunque la gente decente no se está quedando callada, como ocurrió con su actuación firme que echó para atrás el aumento de la tarifa eléctrica. Los productores han salido a las calles y presionan para que las importaciones se regulen y no como ocurre hoy, donde hasta las pizzerías están trayendo el queso del exterior sin importarle que están afectando a los lecheros. Pero hay por hacer mucho más y lograr que la vergüenza le gane la batalla al descaro. Si eso se logra, será un enorme paso en el desarrollo de esta sociedad.

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