La Caja, otra presa de las mafias

No tiene ninguna lógica que un contribuyente pague sus cuotas de seguro que, además de jubilación se le garantiza atención médica, pero cuando necesita un médico o medicinas, no pueda recibirlos de inmediato y se le ponga en listas con meses o años de espera. Es esto lo que pasa en la Caja de Seguro Social, donde los cotizantes, que han pagado sus cuotas, no tienen una atención de inmediato. Esta negligencia se ha mantenido por mucho tiempo y su solución se ha ido postergando por décadas. Del Seguro Social no se conocen sus estados financieros; está exageradamente sobrepoblado de funcionarios; las farmacéuticas hacen fiesta con precios abultados que le venden a la institución y dentro funciona una mafia, que lo que menos quiere es una solución a la problemática. Y este diagnóstico lo hace cualquiera, pero lo más irresponsable es que, sabiendo esta realidad, algunos pretendan que los asegurados paguen más cuotas y aumentándoles los aportes, so pretexto de que hay que salvar la institución. ¡A la Caja hay que salvarla de las mafias! La lógica elemental indica que el Gobierno, que tiene la responsabilidad de garantizar salud a su población, destine un fondo para que todo asegurado que esté en lista de espera de atención, sea visto en clínicas y hospitales privados, de manera que se ponga en cero la mora médica en el Seguro Social. Pero al mismo tiempo, es oportuno diseñar un plan para que el Seguro Social sea una institución eficiente, que impida que los asegurados tengan que rogar por atención médica. ¡Y esto se empieza, eliminando las mafias!