La estrategia económica

Los últimos tres lustros fueron de bonanza para Panamá. Pero poco hicimos como país para planear la situación cuando los vientos del crecimiento no soplaran a nuestro favor. El país centró su estrategia en la atracción de inversiones y abrimos las fronteras para la llegada de miles de personas. No se reparó, empero, que esa nueva gente que llegaba al país venía no a invertir, sino a trabajar y los cientos de apartamentos y casas que se construían por docenas, de pronto no tuvieron quién los comprara. Conocida esta realidad, Panamá tiene que reacomodar su estrategia y apostar por la atracción de inversionistas más sólidos; que crean en el país y que su política no sea sacar dinero de Panamá, sino invertir su dinero en Panamá. Las nuevas relaciones con China hay que mirarlas estratégicamente, porque los chinos pueden ayudar muchísimo al país. Sin embargo, cualquier decisión tiene que centrarse en una estrategia que ayude a Panamá a desarrollarse y no en una estrategia de negocios para los amigos y familiares. Panamá es un mercado muy pequeño para China, pero sí un punto muy especial para ellos para penetrar los mercados de Latinoamérica. Panamá tiene que hacerse grande en la industria tecnológica, como plataforma logística. Panamá tiene que apostar por la agricultura y el turismo… Pero sus autoridades deben hablar claro al país y dar a conocer hacia dónde vamos. Hasta ahora, el oscurantismo es lo que reina y con ello las especulaciones están a la orden del día. Y eso no es una buena estrategia económica.