En honor a los símbolos patrios

Un amado símbolo es nuestra bandera tricolor. El 4 de Noviembre de 1903, hace 115 años, Alejandro de la Guardia fue el abanderado que recorrió las calles de la ciudad portando el nuevo símbolo, respaldado por todo el pueblo que aclamaba la fundación de la nueva nación. En el Centenario de la República el abanderado lo fue Carlos Iván Zúñiga Guardia, un patriota ejemplar. Ambos del núcleo familiar del Presidente Mártir Santiago de la Guardia que fue asesinado en 1862, defendiendo nuestra autonomía. Esa coincidencia es útil para reafirmar la existencia de la continuidad histórica del ideal patriótico que simboliza nuestra bandera. De allí que los panameños la enarbolamos con tal orgullo. Este símbolo fue hecho como dice la Marcha a la Bandera, con ‘retazos de mi cielo, con destellos de la aurora y con la albura de un anhelo'. El amor a nuestra bandera se fue forjando día a día en el espíritu nacional convirtiéndose en símbolo de unión, de lucha y de compromiso. El poeta Gaspar Octavio Hernández, en las primeras décadas de la República, le hizo un Canto a la Bandera y en ese poema le dio incluso vida cuando dice: ‘Si ves que el Hado ciego en los istmeños puso cobardía, desciende al Istmo convertida en fuego y extingue con febril desasosiego a los que amaron tu esplendor un día'. Las primeras generaciones republicanas nos prepararon para luchar con heroísmo y disponernos a entregar la vida por nuestra Patria y nuestra bandera si fuera necesario. Así como lo hicieron los nunca olvidados mártires de enero de 1964, quienes se inmolaron por ver ondear nuestra bandera en todo el territorio y la elevaron hasta ‘la Patria del Querube, junto al velo de la nube' y lograron que la misma fuera parte de las entrañas de todo nuestro pueblo.