• 18/04/2020 00:00

Educación, más que mercancía

Opinión editorial del 18 de abril de 2020

La educación es un derecho de todo ser humano y no se puede ni debe tratar como una mercancía, que es como parece que algunos lo ven. La educación forma hombres y mujeres, les da la base para toda su vida. Simplificar esto, no tiene sentido. Y es que cuando los que defienden la continuación excepcional de las clases a través de plataformas virtuales y hablan de la defensa del Derecho a la Educación, se olvidan de cosas fundamentales: El Derecho a la Educación no solo implica el acceso a la misma, sino que sea un servicio público digno y eficaz (aunque particulares lo puedan brindar por concesión estatal). Todo lo virtual requiere de un plan piloto para ir avanzando poco a poco en su implementación total. El problema es que acá se está confundiendo el servicio óptimo con un ensayo. Al final, lo triste de esto es cómo el servicio público de educación lo hemos reducido a una relación de consumo y bajo esa premisa el Estado renuncia a su facultad y responsabilidad de asegurarse de su eficacia. En países desarrollados, la decisión es muy clara. Por ejemplo, Canadá suspendió clases para todos sus colegios, sean privados o públicos, y reiniciarán todos en la misma fecha. En el caso panameño, solo habrá que esperar que las escuelas que han recibido el visto bueno para continuar dando clases virtualmente transfieran el ahorro de operaciones a los padres de familia, porque de lo contrario, su apuro de dar clases virtuales solo sería una excusa para seguir cobrando y no para garantizar una educación óptima a los estudiantes. ¡Así de simple!

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