• 10/06/2020 00:00

Un triste aniversario

“El recuerdo de esta triste fecha nos obliga a todos los panameños a erradicar el odio y la intolerancia de nuestras vidas y promover el respeto institucional de los derechos humanos […]”

El 9 de junio de 1971 fue secuestrado y desaparecido el sacerdote Jesús Héctor Gallego. Nunca en nuestro país se había producido un hecho de esta naturaleza en perjuicio de un miembro de la Iglesia católica. Miles de panameños realizaron la primera protesta masiva contra el régimen de la época, clamando por justicia, pero no fue hasta 1993 cuando tres miembros de la ex Guardia Nacional fueron encontrados culpables de su desaparición, pero hasta el sol de hoy no han sido identificados los autores intelectuales de este crimen ni se han encontrado los restos mortales del sacerdote. A 49 años de la desaparición física del padre Gallego, el procurador Eduardo Ulloa debe instruir que se realicen las investigaciones necesarias, con las técnicas modernas, sobre los restos encontrados en el cuartel de los Pumas de Tocumen, para determinar si pertenecen al padre Gallego y que sus familiares puedan darle cristiana sepultura, antes de conmemorarse el cincuentenario de su desaparición física. El recuerdo de esta triste fecha nos obliga a todos los panameños a erradicar el odio y la intolerancia de nuestras vidas y promover el respeto institucional de los derechos humanos para que nunca más se produzcan estos crímenes y, lo más triste, ejecutados por funcionarios que tienen el deber de proteger y servir a los asociados.

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