• 26/07/2021 00:00

Mantener la guardia en alto

“[…] las noticias sobre la contagiosidad de las nuevas variantes del virus dejan claro que, […], se debe mantener la guardia en alto con todas las medidas de bioseguridad […]”

Está bastante claro, la experiencia de Panamá en programas de vacunación previos a la pandemia de COVID-19 es un activo valioso. No obstante, la velocidad de implementación estaba directamente relacionada con la llegada o no de vacunas a nuestro país. En las dos últimas semanas, ha llegado una gran cantidad de dosis que permiten alcanzar cifras récords de vacunación diaria. Con varias razones para destacar. La afluencia de jóvenes a los lugares de vacunación, en los que, sin tomar en cuenta el tiempo de espera, han cumplido con su deber cívico de vacunarse. Las enfermeras y enfermeros que, dando todo de sí y tras un largo año de trabajos exigentes, cumplen todos los días con atender a una población que, en su gran mayoría, desea vacunarse. También hay que reconocer a todas las demás instituciones que apoyan en la parte logística y operativa. Ahora bien, entrar en esta etapa, en que el porcentaje de la población vacunada aumenta, es importantísimo prestar atención a dos temas: primero, no hay vacuna en su mayor efectividad posible si no se cumple con la segunda dosis. Todos los esfuerzos realizados para inocular y recibir la primera dosis deben ser similares para asegurar la segunda dosis, solo así se obtiene el mejor efecto de inmunidad. Hasta que se tenga más claro qué vendrá después. En segundo lugar, las noticias sobre la contagiosidad de las nuevas variantes del virus dejan claro que, si bien una población vacunada aumenta su inmunidad, se debe mantener la guardia en alto con todas las medidas de bioseguridad, porque, de lo contrario, se puede complicar una pandemia que ya todos deseamos dejar atrás.

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