• 27/03/2022 00:00

Abuso extremo

“[...] sus acciones hay que calificarlas como un atentado a la economía, un acto de terrorismo económico y un sabotaje”

Los indígenas por ser indígenas, no tienen más derechos que los demás miembros de la sociedad panameña. Sin embargo, hemos legislado para favorecerlos con comarcas, cuyo principio del derecho a la propiedad está vedado para los no indígenas en esas comarcas. Los sucesivos Gobiernos han permitido que un grupito de dirigentes indígenas sea el que se aproveche de los demás y los utilice a su antojo a la hora de sacar ventajas para sí. Y es que no se ve el beneficio para los demás miembros de la comunidad indígena. Nada les cambia, por la intervención de esa dirigencia que tiene la gran habilidad de que los Gobiernos actúen de forma timorata a la hora de hacer valer su autoridad. Los no indígenas se comen el cuento de que la riqueza no llega a la comunidad “más necesitada”, aun cuando la inversión es millonaria, sumando todo el dinero invertido a lo largo de los años. Y cuando esa dirigencia obtusa quiere lograr más beneficios, saca a la comunidad ciega a cerrar la Panamericana, porque saben que los Gobiernos evitan actuar con mano firme, porque se trata de la comunidad “más necesitada”. Pero sus acciones hay que calificarlas como un atentado a la economía, un acto de terrorismo económico y un sabotaje. ¿Quién corre con los daños y atrasos a los turistas que perdieron sus conexiones y vuelos? ¿Quién ayuda a los enfermos que perdieron sus citas y tratamientos? Es un abuso extremo que hay que pararlo ya. ¡Así de simple!

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