• 19/04/2023 00:00

Presiones

“Sí, hay que defender la manifestación como una expresión ciudadana legítima, pero no hay derecho cuando esa manifestación atenta contra la gran mayoría”

Ya se ha vuelto costumbre que cualquiera que tenga una inquietud, cierre una vía de gran circulación, tranque la ciudad y afecte el buen desenvolvimiento de la economía, so pretexto de llamar la atención de las autoridades. La realidad es que causan un gran daño y no precisamente al funcionario que requieren para que “arregle” sus problemas. No se trata de coartar la libertad que tiene la gente de manifestarse, pero sí hay que legislar cuando sus manifestaciones afectan a terceros. La manifestación pacífica no es para cierres de calles que atenten contra los demás, sino para hacerlo frente a la institución donde está su problema, en estacionamientos o a orilla de calle. No significa que, porque no cierren una vía, los medios de comunicación o reporteros ciudadanos no van a masificar la manifestación a través de las redes sociales. Cerrar una vía principal es atentar contra los más sacrificados; aquel que tiene un pequeño negocio que no recibe a nadie, porque no hay circulación. Y peor aún cuando estas manifestaciones son orquestadas por gente que usa a otros, pero detrás de ello lo que hay en juego es un negocio que no se quiere perder. Sí, hay que defender la manifestación como una expresión ciudadana legítima, pero no hay derecho cuando esa manifestación atenta contra la gran mayoría. ¡Así de simple!

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