Aceras de la capital

Las aceras son espacios públicos para el peatón. Sus funciones son diversas: para desplazarse de un lugar a otro, ejercitarse, recrearse, esperar el transporte público. El primer objetivo de estas es proporcionar seguridad al ciudadano. Según el experto en urbanismo Carlos E. Rodríguez , en 2015 el Municipio de Panamá, apoyado por el BID, hizo un estudio en cinco barrios de la ciudad de Panamá llamado 'Walkability Tool' con el fin de medir cualitativa y cuantitativamente, tramo a tramo, las condiciones de las aceras en los barrios de Bella Vista, Campo Alegre, Obarrio, El Cangrejo y parte de San Francisco, como pieza del programa de Ciudades Emergentes y Sostenibles. Los resultados fueron nefastos en torno a elementos como seguridad (iluminación nocturna), aspecto ambiental (drenajes, vegetación y árboles), escena urbana. De la muestra realizada, fueron bajísimos los puntajes de las vías de Obarrio y Campo Alegre, particularmente sobre la calle 50 y la vía Brasil. Igualmente San Francisco. Los barrios que mejor salieron fueron Bella Vista y El Cangrejo. Esta realidad no ha cambiado. Es palpable el deterioro, el mal uso y, peor aún, la falta de aceras en zonas importantes. Es inaceptable, además, que las pocas que existen ya no cumplan su cometido, porque han pasado a ser estacionamiento para motos, bicicletas y autos. El elemento de equidad social tampoco debe obviarse: el acceso de personas con discapacidad, niños y adultos mayores para desplazarse en silla de ruedas, coche o andadera debe ser preservado en estas vías. Hay que repensar la ciudad para darle al viandante el lugar que merece. Basta ya de que los responsables de hacer cumplir las normas y crear la infraestructura miren para otro lado.