Hablemos con claridad

La época en que los países abandonaban las armas empieza a quedarse atrás. Panamá abrazó la idea desde la invasión en 1989, pero poco a poco ha optado por remilitarizar sus fuerzas. Empezó con Martín Torrijos que, con cinco decretos leyes, volvió a permitir que un oficial de carrera ocupara la dirección de la Policía e inmediatamente puso a un ministro y a un viceministro de Gobierno, también de formación militar. Fue en esa época que se creó el Servicio Nacional de Fronteras, que no es más que una militarización disfrazada. El Senafront está armado militarmente y en el Gobierno de Ricardo Martinelli, Frank Ábrego, su director, tuvo su momento de más gloria. Precisamente ahora Frank Ábrego, que se jubiló del Senafront, estuvo luego hibernando en Cancillería por un tiempo, hasta ahora que lo nombran en seguridad para el área revertida. Ábrego es un miliar de carrera, con muchos vínculos con entidades militares estadounidenses. ¿Será que ahora vuelve con el mismo librito del Senafront, pero para las áreas revertidas? Es necesario que el Gobierno nos hable con claridad y nos diga por qué está nombrando a militares de carrera en los entes de seguridad. Ya nos puso a Panamá en la lista de la coalición contra ISIS. ¿Nos estamos preparando para una nueva zona canalera?