Primavera panameña

Los momentos se presentan. Aparecen de la nada y duran muy poco. Cuando todo se enfocaba en una elección inédita, donde saldría ganando alguien, quizás nadie imaginó que ganaríamos todos. Y es que la elección cruzada es un mensaje de esperanza, de reconciliación, de optimismo. ¡Es la primavera panameña! De nosotros está el que llevemos este país al desarrollo; que ese fervor patriótico se encienda e impulse a nuestra pequeña nación a ser grande y respetada. Que este momento histórico sirva de inspiración para que todos esos pueblos de América vean una luz que los ilumine para salir de la miseria, el pauperismo y la crueldad. Pero que también los ilumine con el optimismo, la solidaridad y el amor, para zurcir heridas y sanar el alma y triunfar. Este despertar es nuestro momento de oro del Siglo XXI para llevar a nuestro país al siguiente escalón del bienestar. Nos acabamos de despertar de una larga resaca pero con mucha energía y alegría, pues el destino de Panamá siempre ha estado en las manos de toda la población (como sucedió con la cruzada para recuperar el Canal), no solo en las manos quienes gobiernan. Ahora debemos contribuir todos a la solución, reemplazando el “qué hay pa’ mi” por el “qué hay para el país”, porque si el país está mejor, toda la población estará mejor. ¡Así de simple!