• 26/12/2009 01:00

Sobre proyectos de marinas en costas nacionales

HOLA SR. (Rafael) Carles:. Mi nombre es John MacDonald , el promotor de un proyecto de marina en Bahía Honda, al sur de Veraguas. Recie...

HOLA SR. (Rafael) Carles:

Mi nombre es John MacDonald , el promotor de un proyecto de marina en Bahía Honda, al sur de Veraguas. Recientemente leí en La Estrella su articulo sobre marinas, sus inmensas contribuciones económicas y el hecho de que Costa Rica está muy adelantada a Panamá en atraer ese tipo de inversiones, aunque Panamá ofrece muchas más ventajas.

Solo quería decirle que estuvo 100% correcto, y lo expresó muy elocuentemente. Dirigí Los Sueños en la parte central de Costa Rica por tres años de 2001 a 2005. El éxito de la Marina trajo el éxito del proyecto Los Sueños, que a su vez trajo el creciente éxito de la zona de Jacó. Ese fue el modelo básico que yo quería tratar de importar a la región central de Panamá, una vez que salí de Los Sueños en 2005.

Siendo un novato en Panamá, tuve la idea de que el gobierno arrojaría flores en mi camino, en el proceso de concesión. Coiba acababa de ser nombrada Patrimonio Mundial, y el sur de Veraguas acababa de ser designada la zona especial No. 10 de turismo, y yo había encontrado la ubicación ideal para una marina de yates grandes en Bahía Honda, que explotaría la pesca deportiva y el turismo ecológico gracias a la magia de Coiba. En ese momento yo tenía una cantidad de inversores animados ante el proyecto, así que era solo una cuestión de cuánto tiempo tomaría en conseguir los permisos de construcción.

Qué equivocado estaba, ¿eh?

El gobierno no tenía ningún sentido de agilidad o de visión. Ecologistas radicales se reunían en el horizonte, como nubes de tormenta. Y lo peor de todo, la empresa Catiland y Liquid Jungle Lab me llevaban diez años en el área, y entre ellas coordinaron una intensa oposición al proyecto. En Costa Rica, teníamos un programa de reciclaje de basura que redujo nuestros residuos por 90%. En 2005 el cloroformo y otros residuos de aguas negras eran tan bajas, que la marina se calificaría como agua potable si no fuera por la sal.

Y, por último, en 2004 el inventario biológico, que se realiza dos veces al año (un requisito de Costa Rica como todos los anteriores), era tan impresionante, en contraste con la referencia de base (pre—marina), que el informe consideró a Los Sueños, y cualquier marina gestionada de manera tan amigable hacia la ecología, como un “ santuario biológico importante ”. Aquellos de nosotros que la vivimos y la creamos tuvimos el placer de escuchar las salpicaduras de los pescados, las sardinas que bailaban a los miles, y las docenas de pargos rojos que hacían sus casas justo debajo del muelle de combustible.

Todo esto lo señalé al Consejo de Coiba cuando les pedí dirigirme ante ellos en 2007. Me recompensaron con una emboscada en la que a Raisa Banfield, de quien yo nunca había oído hablar, y a alguien que no tenía ninguna justificación legal ni siquiera de asistir a mi presentación, se les cedió 20 minutos de “ respuesta ” en la que criticaron todo acerca de mi proyecto de marina, acerca de cualquiera marina, y para el caso, toda posibilidad de cualquier desarrollo, en cualquier lugar, en cualquier momento. Noté que estaba básicamente leyendo la posición opositora que Catiland había introducido ante la AMP. Hmmmm..

De todos modos, debido a los retrasos, oposiciones, y las ilegalidades diseñadas por Catiland, mi tonelada de inversores se fue corriendo, convencidos de que Panamá no quería ni necesitaba un puerto en Coiba.

Tuvimos éxito en la titulación de aproximadamente 100 hectáreas en el área designada, e incluso logramos sobrepasar los procesos de oposición, revisión y apelación que Catiland introdujo con la AMP.

En todas las batallas, ellos perdieron. Pero la guerra la ganaron ellos. Al menos temporalmente.

De todas formas, mantengo viva la llama. Formé una ONG de los residentes de Bahía Honda, y debido a esto su voz está siendo constantemente escuchada.

He encontrado un inversor de Italia que se comprometió a financiar a los residentes en su lucha por los derechos posesorios de la costa, y gracias a esto tienen una oportunidad real de obtener la titulación de varios kilómetros de costa, todo ello a expensas de Catiland, que ha últimamente, a través de sus voceros, Guillermo Márquez Amado y Richard Kostner, refunfuñado en los periódicos acerca de los horrores que han sufrido a manos crueles de los campesinos.

De todas formas, solo quería felicitarte. Al menos hay una persona en este país con visión. ¿Quién sabe? Tu artículo puede un día hacer la diferencia al tomar el cáliz de oro de los ticos, y poner un montón de dinero en los bolsillos de los panameños pobres.

Un millón de gracias por el tiempo.

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