• 14/06/2015 02:00

Las mil caras de la corrupción

No importa volarse leyes, Constitución, reglas, estatutos, jerarquías

Tiene varios títulos de postgrado, va a misa, parece honrado(a), pero..., cuando de ‘salirse con la suya' se trata, su especialidad es lograrlo ‘como sea'. No importa volarse leyes, Constitución, reglas, estatutos, jerarquías.

Ser ‘amigo(a)' de ‘gente importante' para lograr lo que quiere, para que ese(a) funcionario(a) o empleado(a) de empresa privada ‘de cuarta categoría', que dijo que no se podía, porque se salía de las reglas, quede con dos palmos de narices y demostrarle a todos que ‘él/ella sí puede conseguir lo que quiere, como sea', es su as bajo la manga. Y de seguro pasaría los cursos de valores con A, porque el papel lo aguanta todo y el asunto es no hacer lo que se dice, lee o escribe, sino ‘lo que conviene', no importa que se rompan reglas. Incluso, será uno(a) de esos(as) vocingleros(as) que criticarán, voz en cuello, a ‘los corruptos que le roban al Estado' y se autoetiquetará como ‘muy honrado(a)', sabiendo que es tan corrupto(a) como esa gente que critica, pero el cuento es hacer que los demás crean que él/ella es una persona proba, que su éxito se debe a sus méritos y no a que usa cualquier recurso, aunque esté fuera de la canasta, para escalar, pero no engañará por siempre, nada hay oculto eternamente.

La corrupción tiene muchas caras, miles: robo, coima, tráfico de influencias... No nos engañemos pensando que esa jugarreta para conseguir lo que queríamos no es corrupción, ¡lo es! Quien la haga sentirá gran satisfacción por el ‘triunfo' sobre lo correcto, pero ese(a) funcionario(a) de baja jerarquía burlado(a) dormirá tranquilo(a), aunque decepcionado(a) del corrupto sistema, sabiendo que cumplía con su trabajo; ¿y el/la corrupto(a)?, quizá, porque esa gente no tiene conciencia. Lástima que abunda, como el comején en días de lluvia.

EDUCADORA

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