El Caso Lucom: carta al pueblo de Panamá

Me llamo Richard Lehman; soy un abogado estadounidense que ha ejercido el derecho en la Florida y en Washington D.C. por más de cuarenta y seis años. Soy miembro titular del Colegio de Abogados de la Florida, amo el derecho y la justicia, y tengo la más alta reverencia por la institución de la Corte Suprema de Panamá, así mismo como honro a la Corte Suprema de mi país. Sin embargo, me veo en la obligación de dar respuesta a los comentarios de los magistrados Mitchell y Ortega para que quede claro.

No soy el tema de esta carta. Wilson Lucom fue mi amigo y cliente desde 1977. Desde el momento en el 2006, cuando el Juzgado Cuarto de Circuito de lo Civil me designó albacea de Lucom, aquellos que estaban empeñados en desviar el patrimonio destinado para los pobres hacia los bolsillos de miembros acaudalados de la clase política de Panamá, me han atacado y difamado para desviar la atención de la preocupación de Lucom por los niños de Panamá. Los magistrados Mitchell y Ortega son solo los más recientes. El tema de esta carta es la corrupción y los autos obtenidos ilegalmente, que privaron a miles de niños indefensos en su país de los medios para mitigar su hambre y desnutrición.

EL TESTAMENTO DE LUCOM

En el 2005, Lucom, que entonces tenía 85 años, se había trasladado a Panamá desde la Florida en 1995, sabía que su salud era precaria y que no demoraba en dejar este mundo. Era católico y quería hacerle frente a su Dios en el cielo habiendo hecho algo especial por Panamá, su país adoptivo. Plasmó ese deseo especial en su testamento:

El producto de la venta de la Hacienda Santa Mónica deberá ir a la FUNDACIÓN WILSON C. LUCOM TRUST FUND... El principal objetivo de la FUNDACIÓN WILSON C. LUCOM TRUST FUND es la de alimentar a los niños con necesidades en Panamá...

Lucom le dejó a su esposa, Hilda, el 50 % de sus cuentas de interés combinadas de por vida, y un ingreso anual vitalicio de 240 000 dólares. También le dio un inmueble magnífico en el Edificio Royal Palace en Punta Paitilla. Su testamento dispuso instrucciones específicas respecto de lo que su esposa no heredaría : A partir de la muerte de mi esposa, el 50 % y cualquier otro pago de cualquier clase deberá cesar y retornado a la FUNDACIÓN WILSON C. LUCOM TRUST FUND, y no a su patrimonio.

El 5 de julio de 2006, en una opinión escrita, el Juzgado Cuarto de Circuito de lo Civil dictó una decisión que designaba a la Fundación Wilson C. Lucom Trust Fund como la heredera de Lucom. Dice que la Fundación Wilson C. Lucom Trust Fund se considera una heredera. Pocos meses después, el Primer Tribunal Superior de Justicia reconoció el regalo de Lucom a los niños pobres de Panamá en una decisión, y modificó la decisión del Juzgado Cuarto de Circuito de lo Civil al designar a los Albaceas de Lucom como Fideicomisarios... que liquidarían los bienes, con el fin de poder implementar el deseo del testador de alimentar a los niños con necesidades de Panamá como estaba establecido en el testamento.

Después de mi designación, creyendo que ningún país y mucho menos Panamá pudiera ser tan corrupto que le negara el regalo a los niños, fielmente actué como el albacea de Lucom. Sin embargo, el 6 de agosto de 2010, la Corte Suprema de Justicia de Panamá adoptó las palabras escritas en el testamento de Lucom, pero entonces decidió que Hilda Lucom [era la] Heredera Universal .

LA CESIÓN SECRETA

Lo que no era de conocimiento público cuando la Corte Suprema dictó su decisión, era que el 19 de octubre de 2007, Hilda Lucom había suscrito un documento en el que acordó lo siguiente:

Declara LA CEDENTE (Hilda Lucom) que por este medio y sin ningún tipo de apremio ni condiciones, cede y traspasa a la CESIONARIA (Fundación Soller) los derechos hereditarios que, eventualmente, le corresponderían a LA CEDENTE... LA CEDENTE y LA CESIONARIA se obligan a mantener total reserva y confidencialidad sobre los términos y condiciones del presente Contrato de Cesión.

Cuando la Corte Suprema de Justicia de Panamá decidió que Hilda Lucom era la Heredera Universal de Wilson Lucom, Hilda ya había cedido todos sus derechos a una fundación anónima. Así, miembros prominentes de la clase política de Panamá pudieron robarse gran parte de los millones de Lucom a expensas de los niños que Lucom quería alimentar.

Al desviar el patrimonio de Lucom de su beneficiario legítimo, los perpetradores, de paso, le propinaron un golpe atroz a la seguridad jurídica en Panamá y pusieron en peligro el derecho de todos los residentes de disponer de sus bienes como deseen. Peor aún, privaron a aquellos que no tienen bienes de toda esperanza para el futuro, y al hacerlo, se arriesgaron. Les dijeron a los pobres del país, con una voz severa, ‘¡los despojaremos de toda buena suerte que se les aparezca en el camino!'. Le dijeron al mundo: ‘Vengan a Panamá y despojen a sus seres queridos y herederos'.

MENSAJE DE CIERRE

El mensaje de cierre es que se cometió una grave injusticia contra Panamá y sus niños famélicos. Los pobres nunca fueron oídos en los tribunales, y una injusticia tremenda en Panamá se ventila en el ámbito internacional. Este mensaje nada tiene que ver conmigo, un abogado que intentó cumplir con su deber y hacer valer los últimos deseos de su difunto amigo para el bien de su país. El mensaje es que Panamá necesita más personas en puestos prominentes que amen y teman a Dios, más de lo que aman a la avaricia.

Respetuosamente, RICHARD LEHMAN