• 06/07/2012 02:00

Asamblea Nacional: ¿para qué nos sirve?

De saltos en saltos y de escándalo en escándalo. Los madrugonazos, leyes mordazas, leyes elitistas, leyes antipopulares... no existe un ...

De saltos en saltos y de escándalo en escándalo. Los madrugonazos, leyes mordazas, leyes elitistas, leyes antipopulares... no existe un proyecto legislativo que, al llegar a este órgano del Estado, produzca tranquilidad y sosiego. Todo lo hacen buscando sus intereses personales, los de su gobierno o los de sus dueños. Ese, con un 32% de excepciones, es el triste papel de la Asamblea Nacional panameña.

De allí que nos preguntemos: ¿Para qué nos sirve la Asamblea Nacional? ¿Cuántas y cuáles son las leyes que han beneficiado al país y sobre todo a los pobres? ¿Tiene esta institución algún valor, como para que su permanencia y operatividad se mantengan? ¿Por qué se especializan en saltar?

En educación, por ejemplo, a no ser que existan intereses económicos y políticos, o una ignorancia extrema, o un ‘¡qué me importa!’, des comprendemos la razón de esa mayoría de legisladores, que cambian la ley universitaria, cuantas veces quiere Gustavo García de Paredes para reelegirse como rector de la Universidad de Panamá.

Este accionar es imperdonable. La Universidad de Panamá, otrora faro de luz, hoy García de Paredes la convirtió en un faro de sombras, chanchullos, mamotretos y atraso. El Universal de Panamá (16/3/1997); El Panamá América (13/7/2005); La Prensa (6/8/2004); El Panamá América (21/2/2011); La Estrella (11 y 12/4/2011); La Estrella (20/6/2011), entre otros prestigiosos diarios, realizaron investigaciones que exponen los malos manejos de García de Paredes en la Universidad de Panamá; como también la pésima calificación en cuanto a su calidad académica, expedida por la UNESCO. Pero, eso no le importó al 90% de los diputados. Ellos aprobaron la ley para que este sujeto, candidato a una auditoría y posiblemente a la cárcel, siga destruyendo la educación superior en el país.

Con el resto de las instituciones como la Presidencia, ministerios, Direcciones..., ¡la Asamblea Nacional ha seguido el mismo comportamiento! ‘Hagan lo que quieran, pues, nosotros estamos aquí para hacer las leyes que ustedes necesitan... y no para investigarlos y frenar sus excesos!’.

Escándalos como el de Paitilla, Juan Hombrón, los radares, el transporte, los sobreprecios en las carreteras del MOP, donde pareciera que reemplazan la piedra por diamantes, la arena por oro en polvo y el alquitrán por una mezcla de combustible espacial; mientras las pésimas condiciones viales, destruyen paulatinamente todo tipo de vehículos. ¿Y qué podemos decir de la salud, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, la justicia, la Corte Suprema, Migración, la compra de los corredores y los intentos por vender los terrenos en Colón y las acciones de la telefónica Cable & Wireless y las empresas eléctricas? ¿Y si agregamos el alto costo de la vida? ¿Y la seguridad? ¿Cuál es nuestro papel político-social, señores diputados?

Desdichadamente; el pueblo panameño carece de una oferta de candidatas consagradas a la política del bien común, que puedan financiar una campaña. Política; por ellos, ustedes se reeligen. No obstante, por lo menos, tengan presente que el apoyo político que el ciudadano de a pie les brindó no se paga burlándose de su pobreza; porque este, vale mucho más que la bolsita de arroz y la tuna que le regalan en Navidad, pensando que ese es el precio del votante que confió y se esperanzó y los llevó para crear leyes que lo beneficiarán en su diario vivir.

Sabemos que hay excepciones, a los cuales felicitamos. Sin embargo, reafirmamos señores diputados, que vuestra tarea es, como dijera Franklin D. Roosevelt, ‘hacen leyes para que el Estado y sus gobiernos en armonía con el poder económico, le garanticen al pueblo políticas de justicia social’.

Señores diputados. El crecimiento económico de la clase política y la clase alta del país, es notoria. No obstante, este crecimiento no incluye a la clase media y baja, quienes llevan en sus hombros los impuestos, al alto costo de la vida, el desempleo, la inseguridad, el pésimo transporte, la mala educación y salud, los salarios de hambre, la inflación y corrupción estatal generalizada, que los aniquila y los lleva a una vida de incertidumbre y penurias. De allí diputados de mi nación, la obligación que tienen con el país de legislar bien.

Solo necesitan un poco de humildad y sentido del deber para crear nueve (9) leyes fundamentales para el Desarrollo Social y Democrático del país.

1. Ley que frene y rebaje el alto costo de la vida.

2. Ley que incentive la empleomanía.

3. Ley que garanticé salarios justos.

4. Ley que frene la corrupción y excesos del gobierno.

5. Ley que rompa los monopolios empresariales, sobre todo en alimentos y empresas vitales.

6. Ley para crear impuestos sobre la herencia, la renta y las ganancias.

7. Ley que incentive la industria, la cultura y educación.

8. Ley de la seguridad social, donde el Estado otorgue una compensación económica al desempleado en general.

Con estas leyes señores diputados, ustedes no tendrán que hacer el ridículo de regalar sus bolsitas de arroz y tuna, pensando que con ello le cancelan la deuda a la sociedad que los eligió, y si buscan la reelección, observan cómo el pueblo en agradecimiento, los reelegirá cuantas veces quieran.

PROFESOR DE HISTORIA.

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