• 08/03/2013 01:00

Una postulación de poder

Las primarias del PRD representan una oportunidad de crecimiento y de reto más allá de lo político. Y si eres una mujer, representa tamb...

Las primarias del PRD representan una oportunidad de crecimiento y de reto más allá de lo político. Y si eres una mujer, representa también un reto personal único. Porque ser mujer en la práctica política electoral no es lo mismo. No solo se trata de buscar votos calle por calle; casa por casa; se trata de enfrentarse con prejuicios y favoritismos. Se trata de tener que demostrar un valor de calidad y no solo un ejercicio clientelista.

Para los honorables representantes de corregimiento y a la vez, honorables diputados de la República; el ejercicio de ambos cargos, es una demostración de poder y una sed de control, lo mismo que el manejo de prebendas para con sus electores. ‘Si estás en mi equipo, recibes el saco de cemento, la hoja de zinc, el ataúd de la abuelita, y todo lo que individualmente le pueda resolver al elector del corregimiento’. Al mismo tiempo que sigue manejándose como una gran institución en el Parlamento; negociando nombramientos, partidas millonarias que maneja a su antojo desde las instituciones pública que escogen.

Los diputados-representantes de corregimiento actuales, se manejan como si estuvieran en una campaña electoral eterna. Se preocupan mucho más de las ferias libres, que de hacer leyes propositivas para el pueblo. El ejemplo vívido es el de aquél que se fue dejando su curul a una suplente muda durante un año entero, para irse a su corregimiento a construir acueductos, a montar ferias libres y obras que la cotidianeidad exige para sus electores inmediatos.

Para una mujer como yo, la doble función, el ser representante de corregimiento y diputada, adquiere otro significado. Se transforma en la oportunidad de demostrar que las mujeres, por lo menos yo, somos capaces de hacer política de calidad. Está demostrado que las mujeres podemos hacer diversas cosas al mismo tiempo, con mucha mayor habilidad. Que somos altamente competentes para manejar una doble función en términos de mejorar la calidad de vida de las personas, más que como un simple y vergonzoso acto clientelista. ¿Alguien puede decir que esto no es cierto? Pero en un corregimiento como Betania y en un circuito como el 8-7, que abarca tantas disímiles necesidades, aspirar a un doble cargo, se traduce en concretar un ejercicio parlamentario que impulse leyes de interés general, que tome en cuenta a los grupos vulnerables, a la gran capa de profesionales libres y también a los sectores económicos que generan empleo y producen para el país sin perder de vista, que los cambios comerciales que sufre cada día el corregimiento deterioran la calidad de vida de sus moradores.

Esa visión integral, única y ambigua a la vez, que genera inseguridad en los adultos mayores y displicencia en los jóvenes, no es del interés de los mercaderes de la política.

Por esa razón, yo, la honorable suplente Elsa Fernández, me postulé para precandidata a diputada de la República y precandidata a representante del corregimiento de Betania. Una dualidad integradora, con visión de parlamentaria que propone leyes, que las supervisa, que orienta la cosa pública y no se sirve de ella. Una parlamentaria que es capaz de ver que su corregimiento, puede generar nuevas normas, que incidan directamente en su propia calidad de vida para servir de modelo a otras comunidades. Es la visión total de una mujer honesta, que sabe que cualquier prioridad en la política pasa forzosamente por empoderar esa parte espiritual que cada ser humano tiene y que es en lo último que piensan los que hoy insisten en negociar con los dobles cargos para un beneficio personal y para perpetuarse en el poder político sin que nada cambie en sus comunidades.

Para Elsa Fernández, la experiencia de aspirar a ser representante de corregimiento de Betania y diputada, representa la mejor oportunidad para demostrar que las mujeres honestas, con visión integradora, somos capaces de hacer diversas cosas por la mejor causa común: vivir con mejores expectativas para salir adelante en la vida y no tan solo sobrevivir en la sociedad mediocre que algunos insisten que tengamos.

Porque las mismas oportunidades que existen en Betania las quiero también para todo el Circuito, y porque sé que mejorando mi Circuito mejoro mi país.

DIPUTADA SUPLENTE.

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