• 10/07/2013 02:00

La senda de los jaguares

H ace un par de semanas, tuvo lugar en la ciudad de Panamá la presentación del acuerdo suscrito entre la Autoridad Nacional del Ambiente...

H ace un par de semanas, tuvo lugar en la ciudad de Panamá la presentación del acuerdo suscrito entre la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), la Fundación Panthera y la Sociedad Mastozoológica de Panamá (Somaspa), con el objetivo de desarrollar programas para la preservación de los jaguares y establecer las condiciones hacia resguardar sus hábitats en un corredor selvático que atraviesa el territorio nacional.

La oportunidad fue propicia para entregar un plan de acción para la conservación de estos felinos, que incluye la investigación, la capacitación del equipo humano que atenderá científicamente estas acciones y también actividades en las fincas para evitar incidentes que afecten la ganadería y paralelamente reduzcan las poblaciones silvestres de los ‘grandes gatos’.

Uno de los aspectos notables alrededor del acuerdo suscrito, fue la visita del director de la Fundación Panthera, Alan Rabinowitz, quien dirige a escala mundial los esfuerzos de investigación y recuperación de los sitios donde viven además de los jaguares, los tigres, leones y pumas. Su trabajo se distribuye en varios continentes, sobre todo por la creación de zonas protegidas y santuarios desde Belice hasta las selvas asiáticas.

‘El jaguar es extremadamente importante en el mantenimiento de un balance en la biodiversidad; es el depredador por excelencia y constituye una especie ‘paraguas’ que está en la cima de una cadena. Si se garantiza un buen hábitat de él y sus presas, se puede asegurar que exista un adecuado establecimiento para las otras especies naturales y si desaparece, igual surgirá un descontrol entre los animales que allí viven’.

Este pensamiento es una tesis que expone en forma general cuando se refiere a la importancia de proteger los lugares que recorre este mamífero que considera el más importante de la selva tropical y de cuya seguridad depende también un orden y articulación no escrita en los bosques.

Rabinowitz lo sabe y ha tenido oportunidad de constatarlo desde cuando niño admiraba toda esta fauna en el zoológico del Bronx, después trabajó como responsable de los programas de investigación en la Wildlife Conservation Society, a los que dedicó cerca de treinta años. Luego estableció con el mismo equipo de colaboradores la Fundación Panthera.

‘El jaguar es fundamental en el mantenimiento de un equilibrio ecológico’, afirma y asegura que este estado alcanza hasta a las comunidades. Sin embargo y paradójicamente, el factor humano se ha convertido en uno de los principales peligros para la supervivencia de dicha especie en las selvas a causa de incidentes y la cacería masiva de finqueros que consideran que su presencia pone en peligro a los animales.

El doctor Rabinowitz opina que la extinción del jaguar sería catastrófica para el conjunto de la vida animal en las montañas, pues cambiaría la ‘biodiversidad de la flora; su pérdida también traería un desequilibrio entre la vida y la muerte del conjunto de los seres vivientes que se mueven en el universo forestal, que llegaría hasta el control de las enfermedades que afectan a los humanos’.

El trabajo de este talentoso investigador le llevó a definir conceptualmente el corredor del jaguar a través del istmo centroamericano. En 2006 tuvo oportunidad de hacer una presentación a los ministros de Ambiente de la región y ellos concibieron la estratégica medida de asumir una protección de este amplio espacio que recorre dicha especie.

La presencia en Panamá del equipo de investigadores de Panthera y las tareas que ya se han desarrollado con Somaspa, garantizan mayor conocimiento, el cambio de actitud y las posibilidades de preservación de la población felina que garantizan la salud de los ecosistemas selváticos.

PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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