• 02/09/2013 02:00

Pastores, politiqueros y humanos

Otra vez me justifico. Parto del hecho de que la mayoría de ustedes está tan hastiada, como lo estoy yo, del escenario politiquero que n...

Otra vez me justifico. Parto del hecho de que la mayoría de ustedes está tan hastiada, como lo estoy yo, del escenario politiquero que nos agobia cada día. No hay manera de que alguien me convenza de que las propuestas existentes, puedan darle un nuevo sentido de dignidad y respeto al proceso político. Y cada día, a mi parecer, empeora. Los objetivos son los mismos: hacerse del poder para hacer dinero. No hay conciencia ideológica ni visionaria para mejorar la condición social de los más necesitados. Por ejemplo, que existan las mismas posibilidades de atención médica para todos.

El sentimiento de rechazo que nos hastía tiene raíz en la conducta insolente e irrespetuosa de gran parte de la clase politiquera. Es un mundo de juegavivo y aprovechadores y el ‘matraqueo’ entre las partes no deja opciones valederas para echar este país adelante, desde el punto de vista social y humano.

Sentado una mañana en el Corner Café, en calle 94, del lado Oeste y Broadway, en Nueva York, disfrutaba de la compañía de mis seres queridos que poco veo durante el año. Leía de vez en cuando los titulares que me llegaban a través de la tecnología electrónica. Fue cuando noté el titular sobre los asuntos del apóstol Álvarez (¿apóstol?) relacionados con la compra de unas hectáreas de terreno en el occidente del país.

Mi idea de guía, pastor religioso o apóstol es el de una persona que se propone, de los humanos, como el más circunspecto, prudente y sencillo. Para hablarme sobre el bien y el mal, el cielo y el infierno, el perdón y el castigo divino, la postura del interlocutor tiene que ser de humildad total. Que nos demuestre en cada uno de sus actos, que el tiempo que nos toca vivir, él o ella, es el ejemplo de que podemos hacerlo con las más nobles comodidades, sin lujos excesivos, acumulación de propiedades, cosas y riquezas. Así creo que debe ser.

Brandon Stanton, un joven fotógrafo que vive en Nueva York, es el creador de un extraordinario portal electrónico llamado ‘Humans of New York’ (www.humansofnewyork.com). Sentado en el Corner Café, y tras haber visto la nota sobre el asunto del pastor y los llamados encuentros fortuitos entre políticos, me quedé mirando a las personas que iban y venían por las aceras: gente de todos los colores, tamaños y edades. Me acordé del sitio de Brandon y de la magnífica manera en que ha logrado capturar y presentar la esencia humana de una comunidad de cerca de nueve millones de personas; cada una con su historia.

Este artista de la fotografía explica: ‘Pensé que sería genial crear un catálogo exhaustivo de los habitantes de la ciudad, así que me dispuse a fotografiar 10,000 neoyorquinos y la trama de sus fotos en un mapa. Trabajé durante varios meses con este objetivo en mente. Pero en algún lugar, a lo largo del camino, el proyecto comenzó a adquirir un carácter muy diferente. Empecé a coleccionar citas y relatos de la gente que conocí y empecé a incluir estos fragmentos, junto con las fotografías. (...) que en los últimos dos años se ha ganado un gran número de seguidores... Con cerca de un millón de seguidores en Facebook y colectivos Tumblr, el sitio web proporciona ahora una audiencia mundial con atisbos de la vida de los extranjeros en la ciudad de Nueva York’.

Seguramente al explorar el sitio de Brandon, y vean las fotos, se formen opiniones encontradas sobre algunos de los personajes allí retratados. Hay de todo. Desde los más ‘normales’ hasta los más excéntricos. Cada persona tiene una historia o una reflexión que se resume en los pies de foto y que nos hace pensar un tanto en su condición de humanos.

Un hombre con su perro dice: ‘Veo algo en los animales que no veo en los seres humanos. Ellos tienen un enfoque y energía que los seres humanos no tienen. Ellos solo quieren vivir. Ellos no están tratando de impresionar a nadie. Ellos no están tratando de herir a nadie por ninguna razón. Incluso la rata que se ve en el metro, su único pensamiento es encontrar los alimentos que necesita para sobrevivir. Los animales solo quieren vivir. Son los humanos los que exigen más de lo que necesitan’.

Los invito a explorar este sitio: me parece real y humano; miles de lecciones de vida tan parecidos o en contraste a lo que vivimos aquí. Gente que solo quiere hacer su vida como mejor le parezca, sin ser abusada por cuestionadores o politiqueros o cualquier otro. Yo, sentado en el Corner Café, me identifico con lo dicho por una señora muy adulta al ser preguntada: ‘... ‘What’s your greatest struggle right now?’ ... ‘Trying not to take on everyone else’s shit so I can relax for a second’. (‘¿Cuál es tu lucha más grande en este momento?’... ‘Trato de no atender las mierdas (cargas o males) de los demás para poder relajarme por un segundo’)’.

Las historias de vida en Nueva York, Nigeria, Guam o Panamá dejan en evidencia que somos más los que andamos por las calles tratando de construir una mejor vida y sorteando las dificultades y retos cotidianos. Con nuestras alegrías y tristezas. Y en ese proceso también tenemos el reto de evitar a los embusteros que se visten de santos, salvadores o políticos.

COMUNICADOR SOCIAL.

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