• 04/09/2013 02:00

Por qué me postulé para defensor

Como panameño responsable, pero sobre todo con mucha humildad, acudí ante el llamado hecho por la Comisión de Gobierno de la Asamblea a ...

Como panameño responsable, pero sobre todo con mucha humildad, acudí ante el llamado hecho por la Comisión de Gobierno de la Asamblea a todos los ciudadanos, para la escogencia del nuevo defensor del Pueblo. Antes de explicar las razones de mi aspiración al cargo les describo acerca de quién soy, de mi trayectoria y raíces.

Carlos Arosemena nació el 13 de noviembre de 1962, en esta ciudad, soy el tercero de cuatro hermanos. Mis padres, Luis Carlos Arosemena Herazo, ingeniero de profesión, ya fallecido, y mi madre, Ana Gloriela Ramos Mérida, maestra jubilada.

Mis estudios primarios, y parte de la secundaria, los realicé en el colegio San Agustín, obteniendo el título de Bachiller en Ciencias en el colegio San Vicente de Paul de Santiago de Veraguas, donde viví como mis abuelos maternos. Esa convivencia en el interior de país, me enseñó a conocer de cerca los problemas de los más necesitados y me motivó a realizar estudios de Periodismo en la Universidad de Panamá, donde obtuve la Licenciatura en esta especialidad y simultáneamente estudiaba Derecho y Ciencias Políticas.

A los 20 años empecé a ejercer como periodista en varias Televisoras Nacionales (Panavisión del Istmo Canal 5, TVN Canal 2 y Medcom, trabajando también como corresponsal de cadenas internacionales como Univisión, NBC y CNN en español.

De esta manera presenté a nivel mundial casos de personas que por su condición social no tenían quizás esperanzas, pero que fueron escuchados y ayudados para que mejoraran la difícil situación que afrontaban. Tuve la oportunidad de servir como corregidor y de impartir justicia administrativa de manera justa y equilibrada. Ejercí cargos como director de Información en varios ministerios hasta convertirme en director de Información y Comunicaciones del Estado en la Presidencia de la República. He sido diplomático, sirviendo como cónsul general en Houston, Texas, EE. UU. y embajador extraordinario y plenipotenciario en el Reino de Bélgica, el Reino de los Países Bajos y el Gran Ducado de Luxemburgo. Actualmente me desempeño como secretario general del Ministerio de Seguridad Pública y docente universitario, profesión que he realizado durante 20 años en varias universidades privadas del país.

Hoy es una gran oportunidad que tenemos los ciudadanos que cumplimos con los requisitos para desempeñar el cargo de defensor y para participar en la vida pública. Me veo motivado por mis convicciones y valores, porque como profesional de la Comunicación, del Derecho, y de la Educación, tengo mucho que aportar.

Me veo contagiado en participar de este proceso de selección, porque, como padre de familia y profesional, puedo someterme al escrutinio público. Además, tengo la experiencia adquirida como profesor universitario y como docente, creo en la importancia de la educación y siento que hay que educar a la población para que conozca sus derechos, y que también reconozca que tenemos responsabilidades y deberes que cumplir.

Como periodista, no puedo quedarme de brazos cruzados y dejar que las cosas pasen. En parte es por esto que no mejoramos, porque no participamos. Y una vez más siento que si está en mis manos, debo hacerlo, y en mis manos está... postularme como defensor del Pueblo.

Mi vocación de servicio y ayuda la he demostrado personal y profesionalmente. En los últimos años he trabajado arduamente en la educación formando a jóvenes profesionales, haciéndoles ver los grandes retos y responsabilidades que afrontamos. Está en nosotros hacer el cambio para vivir en un país cimentado en valores y buenas costumbres, donde prevalezcan, se respeten y hagan cumplir los derechos humanos.

Como defensor del Pueblo, sabré escuchar, pero también defenderé tus derechos. Si tus derechos son vulnerados, si los servicios públicos no cumplen, si la salud pública no responde, si la contaminación no se detiene, si el Estado no te escucha, estaré para ayudarte y para defender tus derechos. Estoy convencido de la necesidad de que los derechos y deberes de los ciudadanos sean respetados. Y soy fiel creyente de que todos somos seres hechos a imagen y semejanza del Creador, por ende, somos iguales.

La clave está en tener voluntad y sentido común, en querer hacer las cosas pensando en el bien común, para alcanzar una cultura de paz, una mejor convivencia, con mayor desarrollo como seres humanos y como país.

Desde la Defensoría del Pueblo sabré honrar la confianza depositada en el ejercicio de mis funciones, porque voy a tener presente siempre que hay que escuchar y asumir plenamente las responsabilidades y compromisos en la defensa de los derechos fundamentales y garantizar una administración abierta y responsable.

PERIODISTA, ABOGADO Y SECRETARIO GENERAL DEL MINISTERIO DE SEGURIDAD PÚBLICA.

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