• 04/03/2014 01:00

De Marx a Francisco

En Estados Unidos han catalogado al papa Francisco de ‘comunista’, solo porque en su exhortativa llamada ‘Evangelii gaudium’, habló de l...

En Estados Unidos han catalogado al papa Francisco de ‘comunista’, solo porque en su exhortativa llamada ‘Evangelii gaudium’, habló de la existencia de un sistema de ‘dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano’; también habló de la ‘cultura del descarte’, que empobrece a los pueblos.

Catalogar a un religioso de ‘comunista’ es una ignorancia. Para empezar, los ‘comunistas’ no creen en Dios; para ellos Dios es solo una idea creada por el hombre, pues —según afirman— no fue Dios quien creó al hombre sino que fue el cerebro del hombre quien creó la idea de ‘Dios’. Este pensamiento es del ‘materialismo filosófico’ o ‘marxismo’, llamado así porque fue expuesto por el filósofo alemán Karl Marx (1818 - 1883).

Por tal motivo, a los llamados ‘comunistas’ se les debe llamar ‘marxistas’, ya que el ‘comunismo’, según dicen, es el ‘regimen perfecto’; es decir, cuando haya desaparecido el Estado y no haya ni explotados ni explotadores. La transición del capitalismo al ‘comunismo’ es el ‘socialismo’, cuando los revolucionarios al frente del Estado van eliminando barreras y construyendo ese idílico régimen perfecto, donde los medios de producción pasan a ser parte del patrimonio colectivo y el mismo pueblo los administra. Se habla hoy de países ‘comunistas’, pero hasta la fecha ningún país ha podido llegar al régimen perfecto o comunismo. Ese régimen perfecto es esperado por los marxistas como los cristianos esperan desde la muerte de Jesús, ocurrida en el año 33 de nuestra era, el juicio final, donde los justos entrarán al reino de Dios y los injustos irán al fuego eterno.

Lo que pasa es que —como se ha dicho por ahí—, cuando alguien ayuda a los pobres es santo, pero cuando alguien pregunta por qué los pobres son pobres, entonces dicen que es comunista. Y esto es lo que ha sucedido con el papa Francisco. Pero también, hay quienes han pelechado con aquello de luchar por la instauración del comunismo, como también han pelechado quienes han exhortado a las masas a entregar sus riquezas en la espera del Mesías.

Ante estas situaciones, se habla de ‘marxistas’ y ‘marxianos’. ‘Marxistas’ son aquellos que hacen revueltas para llegar al socialismo y al comunismo, y ‘marxianos’, aquellos que estudian a Marx solo para comprender la realidad política y social contemporánea.

Cuando Francisco era solo el cardenal Bergoglio, un periodista marxista le preguntó qué opinaba de la pobreza en el mundo. Bergoglio le respondió diciendo que algunos políticos se han dedicado a endeudar a la gente para crear un ambiente de ‘dependencia’ e ‘incrementar su poder’. También dijo que la educación ‘es la gran solución’ y que debemos enseñar cómo salvar el alma, pero también, hay que enseñar a evitar la pobreza y a evitar que gobiernos conduzcan a la gente a ese penoso estado que es la pobreza.

La Teología de la Liberación nació en los años 60, cuando se celebró el Concilio Vaticano II a principios de los años 60 y la Conferencia de Medellín, Colombia, en 1968. Entre los representantes más destacados de esta corriente teológica figuran: el peruano Gustavo Gutiérrez, el brasileño Leonardo Boff, el español Jon Sobrino, el colombiano Camilo Torres, quien ingresó a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia y murió en combate en 1966; el chileno Pablo Richard, el español Manuel Pérez, quien llegó a ser comandante del ELN y murió de hepatitis en las montañas colombianas; el uruguayo Juan Luis Segundo, y el español Gaspar García Laviana, quien durante la guerra contra Anastasio Somoza en Nicaragua, ingresó al Frente Sandinista de Liberación Nacional, donde obtuvo el rango de ‘comandante’; murió en combate en 1878.

Dentro de la Iglesia Católica ha habido opiniones a favor y en contra de tal teología. Por ejemplo, Juan Pablo II, en 1986, en una carta al episcopado brasileño, dijo que la Teología de la Liberación es ‘no solo oportuna, sino útil y necesaria’. Pero en cierta ocasión la Congregación para la Doctrina de la Fe, advirtió del ‘peligro’ de un uso de elementos ‘no compatibles con el evangelio’, refiriéndose a esta teología.

Como vemos, existe en el seno de la Iglesia Católica una corriente teológica denominada ‘Teología de la Liberación’, que combina el pensamiento cristiano con el pensamiento marxista.

¿Usted qué opina de todo esto? ¿Es cristiano? ¿Partidario de la Teología de la Liberación? ¿Marxista? o ¿Marxiano?

EDUCADOR.

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