'Por mi caso, Ulloa fue obligado a renunciar del MP': Chandeck

Actualizado
  • 13/12/2019 00:00
Creado
  • 13/12/2019 00:00
Jorge Chandeck, exasesor presidencial, narró cómo hace unos años se encontró con el hoy nombrado procurador, Eduardo Ulloa, quien le devolvió la libertad

La designación de Eduardo Ulloa como procurador General de la Nación continúa generando reacciones positivas. Jorge Isaac Chandeck, exembajador y exasesor presidencial, está convencido de que es un hombre que, por encima de todo, actúa apegado al estricto derecho y no le valen las presiones o las amenazas.

Jorge Isaac Chandeck, exasesor presidencial y exdiplomático.

“Con el nombramiento del procurador se encendió una luz en el túnel”, aseguró Chandeck.

El hombre de más de siete décadas empieza a explicar por qué considera que el recién nombrado procurador representa una esperanza para el cuestionado modelo de administración e investigación de casos en el Ministerio Público (MP).

La memoria del exembajado y también miembro del Partido Revolucionario Democrático (PRD) revive un episodio de su vida que le causó amargos momentos. Ocurrió cuando Martín Torrijos era presidente del país (2004-2009). “Una persona —sin querer mencionar el nombre— se acercó a Torrijos para decirle que estaba enfrentando un problema conmigo”. El entonces mandatario le pidió que regresara, que lo dejara hacer una llamada. Al día siguiente, el gobernante le recomendó a esa persona que presentara una denuncia por extorsión de $1.2 millones en la Fiscalía Auxiliar, contó Chandeck.

Así piensa él que nació en 2005 un proceso contra él y otras seis personas durante la administración de Ana Matilde Gómez, como procuradora.

De un día a otro, las otras seis personas quedaron fuera de la investigación. Chandeck, sin embargo, empezaba a recorrer el más espinoso camino de su vida: arrestado en la calle por unidades del Servicio de Protección Institucional después de interceptar su automóvil y confinado en su domicilio mientras concluía la investigación.

Tres funcionarios de instrucción intentaron interrogarlo. Pero se sentía amenazado porque arremetían en su contra. Aunque no se dejó amedrentar por los fiscales, una nube de incertidumbre cubría su vida a los 63 años.

En el peor momento en que se encontraba su proceso, apareció un rayo de esperanza. Muy cerca de la fecha de la audiencia preliminar del caso, un nuevo fiscal lo citó a su despacho. Chandeck se presentó a la oficina. El fiscal le dijo que había leído su expediente y que no entendía por qué se le había aplicado una medida de casa por cárcel, si no existían elementos para procesarlo. Y le adelantó que en la audiencia preliminar solicitaría un sobreseimiento. “Me quedé mirando fijamente a ese muchacho, no podía creer lo que me estaba diciendo. No me conocía”, recalca el exdiplomático mientras cuenta esta anécdota.

Ese hombre de leyes apareció en su vida en un momento crucial: cuando era un adulto mayor y enfrentaba un proceso judicial, del cual no tenía muchas garantías de salir airoso, piensa el perredista mientras sus ojos parecen aguarse como si quisieran dejar caer lágrimas.

Decisión en derecho

Lo único que se le pasó por la mente fue que el funcionario había leído su expediente y se había percatado de que era un exdiplomático y un exasesor presidencial, entre otras cosas, y no tenía el perfil de un extorsionador.

Y aunque las palabras del fiscal parecían decisivas, tuvo miedo de que las presiones políticas prevalecieran por encima de la justicia. “Le dije: a mí me tiene preso Martín Torrijos en contubernio con Ana Matilde Gómez. Va a tener problemas con esa decisión”, advirtió Chandeck.

Pero, por encima de todo, el fiscal se presentó a la audiencia y solicitó el sobreseimiento, a pesar de que recibió mensajes para que cambiara su postura, aseguró Chandeck.

Ese muchacho, que entonces ocupaba un despacho en una fiscalía, es el recién nombrado procurador General de Nación, Eduardo Ulloa, que tras la solicitud de sobreseimiento del proceso salió del Ministerio Público, en 2008. Chandeck no tiene dudas: su salida estuvo relacionada a la decisión que asumió en el caso. “La persecución a la que fue sometido lo obligó a renunciar al cargo”, concluyó. Para entonces, Gómez y Rigoberto González Montenegro, actual procurador de la Administración, fungían como procuradora y secretario general, respectivamente.

El proceso continuó en el Segundo Tribunal, que confirmó la decisión de la fiscalía. Y, posteriormente, llegó a casación en la Corte Suprema de Justicia, donde también se favoreció a Chandeck. “En estos fallos quedaron confirmadas todas las violaciones y atropellos contra mi persona... Y salí libre y hoy soy una persona sin ninguna condena gracias a que me encontré en el camino con un hombre que actúa en derecho”, concluyó.

Retos

Ulloa fue designado para completar el periodo de diez años de Kenia Porcell, quien renunció a su cargo en noviembre pasado, después de las revelaciones de los “Varelaleaks”.

Ulloa reemplazará a Porcell a partir del 2 de enero de 2020. Su periodo vence en el 2024.

Entre los retos que deberá enfrentar están la reestructuración y preparación del recurso humano de la Procuraduría General de la Nación y vencer la resistencia de los poderes económicos y mejorar el Sistema Penal Acusatorio.

ANTECEDENTES

Panamá ha tenido ocho procuradores en sus 30 años de democracia

Rogelio Cruz fue el primer procurador nombrado en la era postinvasión por el entonces presidente panameñista, Guillermo Endara.

Fue destituido en medio de su periodo, que fue completado por el jurista Jorge Ramón Valdez.

José Antonio Sossa fue nombrado por el siguiente presidente, el perredista Ernesto “Toro” Pérez Balladares.

2004 Fue nombrada Ana Matilde Gómez. Un proceso por escuchas sin autorización judicial la obligó a dejar el cargo.

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