Los 400 días del Barrio Chino

El proyecto para 'resucitar' el Barrio Chino de Santa Ana dio comienzo esta semana, luego de que la Alcaldía de Panamá anunciara la orden de proceder. Este medio conversó con  Olivar Castillero, subdirector de Planificación Urbana del Municipio, y con la arquitecta Karen Lee, para conocer las expectativas depositadas en esta obra.

Con una duración cercana a los 400 días y un presupuesto de $2,8 millones, el Municipio le encargó al Consorcio Delosaespcon, quien ya ha trabajado con la entidad en otras obras, realizar una “intervención integral” del poblado asiático que comprende las calles Colón, Salsipuedes, avenida B, cerca del mercado público.

“Se trata de una intervención integral que abarca las calles, las aceras, la infraestructura pluvial e iluminación”, detalla Castillero, quien explica que también se construirán dos nuevas puertas con temática china en la zona, para que aumente la “identidad” del lugar, pues actualmente no transmite “la esencia de lo que representa”.

Aunque en un inicio el Barrio Chino de Santa Ana fue pensado con un espíritu comercial, por su ubicación estratégica, el deterioro de las calles e infraestructuras, así como el aumento en la cantidad de basura, han hecho que esta comunidad de espíritu emprendedor se distribuya a otras zonas de la capital, como el Dorado.

“Una vez incremente la afluencia de la ciudadanía y de los extranjeros, el potencial comercial de la zona hará que muchos emprendedores nacionales retornen al barrio”, plantea el subdirector de Planificación Urbana, quien ve en el área un “atractivo potencial turístico, comercial y social”, tanto en los 150 comercios que hay en la localidad, como en futuros comerciantes.

Esta posibilidad ha hecho que la comunidad china de la capital vea con buenos ojos el proyecto, comenta el funcionario. “Ellos están sumamente emocionados por esta iniciativa, que tiene expectativas por los beneficios que puede traer en sus negocios”.

Aun así, Castillero relata que el renacimiento de la zona plantea grandes desafíos, como construir sin generar afectaciones en los moradores, ordenar las infraestructuras y facilitar la vialidad del barrio, durante y después de la intervención.

Otro reto que enfrentará el proyecto será la continuación de la obra, tras el cambio de gobierno. Sobre este tema, el funcionario se muestra optimista. “Pienso que si el proyecto es bueno, la administración entrante debe tomarlo y continuarlo, porque esto no le pertenece a un partido político, sino al distrito”, añade.

La arquitecta Karen Lee, quien es parte del grupo de remodelación, comenta que el mantenimiento de la obra también es un reto, pero asegura que esto ya está considerado en el trabajo. “El municipio tiene previsto el mantenimiento de las áreas mediante el trabajo con la comunidad y los gobiernos locales, además de preservar la seguridad de los habitantes mediante la instalación de luminarias y la presencia policial”, afirma la arquitecta.

“La remodelación del Barrio Chino es parte de una intervención que comenzó en el Casco Antiguo, pasó a Salsipuedes y Terraplén, y ahora toca este barrio”, dice Lee, quien explica que la visión a futuro es “rescatar” todas las áreas necesitadas de Santa Ana.