Los institutores se unen por su ‘Alma Mater’

Actualizado
  • 22/08/2014 02:00
Creado
  • 22/08/2014 02:00
El colegio donde estudiaron Aristides Royo, Rubén Blades y Rommel Fernández

Desde su concepción, establecimiento e inauguración oficial el 25 de abril de 1909, el Instituto Nacional de Panamá propuso la excelencia académica como su principal objetivo.

La producción los elementos que la aún naciente República de Panamá necesitaba para iniciar su despegue como nación independiente fue el norte que estableció su primer rector, Justo Facio, ideales compartidos por aquellos educadores que fueron invitados a compartir la visión de un país culto, pero sobretodo, pensante, que respondiera a las cruciales transformaciones sociales, políticas y económicas de la época.

Aquella primera generación de egresados fue la plataforma. Los nombres de Ernesto J. Castillero, Feliciano Quirós y Quirós, Cristóbal Adán de Urriola y José Guardia Vega, por mencionar solo estos, representaron el despegue del proceso de forjamiento de una institución educativa robusta y principal productora de líderes en todas las áreas del conocimiento científico y humanista del país.

INICIATIVAS

Las generaciones institutoras basan su sentir y pensar en la legendaria frase de Ralph Waldo Emerson, grabada en bronce y que se encuentra en el vestíbulo del plantel: ‘Solo los que construyen sobre ideas, construyen para la eternidad’.

Bajo esta premisa, el Instituto Nacional marcó pautas en gestas patrióticas como el rechazo a los convenios Filos-Hines (1947), la Siembra de Banderas en la entonces llamada Zona del Canal (1958), la ‘Operación Soberanía (1959).

Su participación, siempre a la vanguardia de la lucha nacionalista, tuvo su punto más importante en los hechos del 9 de enero de 1964, que marcaron el camino hacia la reversión total del territorio ocupado por los Estados Unidos, y que junto con el Canal, pasó a administración panameña el 31 de diciembre de 1999.

EL PRESENTE

Aun con todas sus gloriosas jornadas, profesionales de excelencia egresados de sus aulas y una perecne afinidad con los problemas que aquejan a los panameños, el Instituto Nacional fue paulatinamente perdiendo su protagonismo, y la búsqueda de la excelencia académica se convirtió casi en una obsesión.

Por ello, un grupo de graduados del Instituto Nacional ha organizado el Primer Encuentro de Egresados, una actividad que se celebrará el próximo sábado 30 de agosto, en el propio plantel.

‘Este día, tendremos un gran taller multidisciplinario, es una jornada que nos hemos impuesto como una responsabilidad ética, siendo fieles creyentes de que recuperando al Instituto Nacional, se creará un efecto dominó que ha de repercutir en todas las escuelas del país’, destacó la profesora Anais Morán Rovi, presidenta de la Fundación Pro Instituto Nacional.

Se trata, precisó, de una gestión que se pretende convertir en ‘un punto de partida sólido para la recuperación de nuestra Alma Mater, de sus estudiantes y del prestigio del buque insignia de la educación pública panameña’.

El evento cuenta con el respaldo de la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Educación y la Universidad de Panamá, a través de la Dirección de Planificación, a cargo de Enrique Lau Cortés, que brindará el apoyo tecnológico para recabar toda la información que surja en los talleres, a fin de consolidarla en un documento en donde se identifiquen los problemas del plantel y se obtengan datos que hagan posible afrontarlos para darle forma a este proceso de recuperación del plantel.

‘Es un regalo de amor patrio a nuestra juventud, que vamos a construir entre todos; esa respuesta va a surgir de todos los participantes en este evento. Será una sola voz institutora la que hablará’, apuntó la educadora.

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