Ocho días antes de su reapertura la catedral de Notre Dame de París desveló su nuevo “resplandor” al mundo durante una visita del presidente francés, Emmanuel...
- 15/08/2014 02:00
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Estados Unidos veía las áreas de operación y residencial de la Zona del Canal como un laboratorio para experimentar nuevas formas de vida en el trópico. En cambio, los comerciantes y especuladores que gobernaban el país desde 1903 buscaban afanosamente negocios para enriquecerse rápidamente. Como resultado de las políticas de segregación y de desarrollo urbano de Estados Unidos, que contrastaban con la improvisación en las ciudades terminales, surgió una barrera social entre ambos sectores.
Por un lado, Estados Unidos creó un sistema de remuneración para los trabajadores basado en los antecedentes étnicos.
A los trabajadores norteamericanos (de ascendencia europea del sur de Estados Unidos) se les proporcionaba salarios pagados en ‘oro’ y condiciones favorables de trabajo (que incluían vivienda e, incuso, clubes sociales).
En cambio, a los trabajadores de ascendencia africana de las Antillas se les pagaba en ‘plata’ y no recibían beneficios laborales. Cuando se inauguró el Canal casi todos los antillanos vivían en las ciudades de Panamá y Colón en casonas construidas por los especuladores panameños (y extranjeros).