Este evento que se vio fundamentalmente desde América, empezó sobre la medianoche de este viernes 14 de marzo y llegó a su máximo sobre las 3 de la mañana,...
- 30/06/2009 02:00
- 30/06/2009 02:00
PANAMÁ. Las primeras horas de vida útil de la Cinta Costera fueron como el primer asalto de una pelea de campeonato mundial: un round de estudio.
En la mañana, el paso era lento, casi tedioso. ¡Lógico...! la gran mayoría de los conductores que venían desde las afueras de la ciudad capital hacia el centro, y viceversa, hacían pisar con cuidado las llantas de sus vehículos por la nueva y promocionada ruta.
Dos cosas quedaron claras en los recorridos que La Estrella hizo en horas diferentes de la mañana y tarde de ayer.
Lo primero, que la vía no es una supercarretera, sino una ruta de desahogo conveniente, tratable e incluso, de cierta amabilidad para el conductor que no exceda los 60 kilómetros por hora.
Lo segundo, que hay dos especies de embudos al final de cada ruta de ida y vuelta. Al llegar a vía Israel, el paso se hace lento, en cualquier momento del día. Lo mismo pasa cuando llegas hasta el Mercado de Mariscos.
“Hay que acostumbrarse a esto”, comentó Manuel Gallardo, un conductor de taxi que aprovechó el área de estacionamientos en la Cinta para tomar un descanso. El lugar es amplio, pero con pocos sitios donde refugiarse de la lluvia y el sol.
Gallardo dijo haber recorrido ya cuatro veces la Cinta Costera de ida y de vuelta. Está convencido de que le dará un respiro a otras calles y carreteras de la capital panameña, sobre todo, en las horas de entrada y salida de estudiantes y trabajadores.
Entretanto, algunas unidades del tránsito le enseñaban a los conductores por dónde ubicarse en la nueva vialidad.
Al caer la noche, las luminarias sugieren que te encuentras en un lugar diferente al resto de la ciudad.
Tal vez sea cuestión de tiempo acostumbrarse a la novedad.. pero sin puentes elevados con mayor cercanía al peatón, o baños para los viajantes a pie o en auto, se hace necesario hacer un poco más de lo entregado, para que la Cinta no se convierta en un nudo difícil de desatar.