Día de los Difuntos: Gobierno rinde honor a los procéres y mártires

Los actos protocolares iniciaron a las 8:00 de la mañana con la colocación de ofrenda floral ante el Mausoleo del Dr.Manuel Amador Guerrero, primer presidente de Panamá

El presidente de la República, José Raúl Mulino, junto a su ministros y diversas autoridades llegaron al Cementerio Amador para rendir honor a los procéres y mártires de la patria en el Día de los Difuntos.

Los actos protocolares iniciaron a las 8:00 de la mañana con la colocación de ofrenda floral ante el mausoleo del Dr.Manuel Amador Guerrero, primer presidente de Panamá.

Cuerpo de Bomberos de Panamá en una calle de honor en el Cementerio de Amador.
Relato de la historia

El doctor Adolfo Ahumado fue el orador de fondo designado para hablar. Durante su discurso ofreció una alocución detallada sobre los acontecimientos que rodearon la declaración de la independencia de Panamá en 1903.

Comenzó haciendo hincapié en la inferioridad militar de Panamá en aquellos momentos críticos. Esta vulnerabilidad, dijo, impulsó a los conspiradores a acelerar los pasos hacia la independencia.

Ahumado mencionó que un factor de “grave trascendencia” que lograron fue el reconocimiento por parte de Estados Unidos. Recalcó que esto era fundamental para asegurar que la declaración de existencia de la nueva República de Panamá no fuera frustrada por una acción militar.

Recordó que la declaración del nacimiento de la República se concretó cuando “el sol declina el 3 de noviembre de 1903”.

Señaló una coincidencia histórica enigmática: la hora en que se declaró la independencia de Panamá fue precisamente la misma hora en que comenzaron, mucho después, los actos del 9 de enero de 1964.

Panameños visitan a sus difuntos en el Cementerio de Amador.
Soldados de la Independencia

Los actos protocolares continuaron con la colocación de ofrenda floral ante el Mausoleo de los Soldados de la Independencia.

El historiador Vladimir Berrío-Lemm fue el orador de fondo designado por el Consejo Municipal de Panamá, quien ofreció una profunda reflexión sobre el proceso de construcción de la nación panameña, destacando los intentos fallidos, las figuras clave y los momentos decisivos que condujeron a la fundación de la República.

Berrío-Lemm recordó el Estado de Lisboa en 1840, un momento en que, sin derramar sangre, Panamá se dotó de una carta constitucional, desarrolló leyes, ministerios y embajadores.

“Habíamos dejado de ser colombianos momentáneamente, pero todavía no éramos panameños. La ausencia del ejército y riqueza impidió prolongar la vida de esta república por cerca de 400 días”, mencionó.

Señaló cómo la antigua Castilla del Oro quedó relegada a una provincia, alejada del poder central colombiano, cuyos manejos con Estados Unidos resultaron en un tratado que otorgaba a aquel país grandes libertades en el istmo, garantizando irónicamente la soberanía colombiana.

El historiador destacó el mandato dado al General Díaz, veterano de la Guerra de los Mil Días, para que convocara en Santa Ana a los panameños dispuestos a mantener la separación. Cerca de 1,000 hombres respondieron al llamado.

El Himno Nacional fue interpretado por la Banda Republicana dirigida por el profesor Dimas Rodríguez.

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