Humo tóxico complica la salud de los capitalinos

Actualizado
  • 22/03/2013 01:00
Creado
  • 22/03/2013 01:00
PANAMÁ. Astrid intenta calmarle el llanto a su bebé Yeikol meciéndolo en sus brazos. La joven, de unos veinte años, lleva dos horas espe...

PANAMÁ. Astrid intenta calmarle el llanto a su bebé Yeikol meciéndolo en sus brazos. La joven, de unos veinte años, lleva dos horas esperando en la parte baja del edificio nuevo del Hospital del Niño. ‘Está agitado, desde ayer amaneció así’, dice mientras busca un biberón que el pequeño recibe con poco apetito.

No muy lejos de Astrid está Cris, de tres años, comiendo unas galletas de dulce. Anyu, la madre, cuenta que la niña está resfriada y que la llevó al hospital porque teme que el humo le complique la enfermedad. Anyu llegó pasadas las once, así que deberá esperar unas dos horas para que llamen a Cris.

Alberto, de unos 25 años, carga a su pequeña Alexandra Isabela de un lado a otro de la sala. El padre dice que es la primera vez que lleva a su bebé a este hospital y que respira con dificultad.

Mientras unos 30 pequeños esperan que los llamen en esta torre hospitalaria, en la otra planta el director médico, Paul Gallardo —que devenga un salario de 6 mil dólares mensuales— le dio instrucciones a su secretaria que le diga a los periodistas que para hablar con él hay que redactar una carta y esperar una aprobación.

La estrategia de ocultar no es nueva, dice el cirujano Domingo Moreno en la escalinata del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid. Es mediodía. Moreno le pregunta a la vendedora de billetes qué números jugaron el día anterior. Ninguno de los billetes del especialista tiene premio.

‘Esta administración se ha caracterizado por minimizar las situaciones críticas que se presentan en el país. Primero decían que el agua oscura era potable, ahora dicen que el humo no es perjudicial y así se han ido minimizando situaciones caóticas en nivel de salud’.

El médico asegura que el enfoque del Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social no es el adecuado. ‘Hay que educar a la población de los riesgos y no buscar mecanismos para ocultar la realidad’.

Un grupo de técnicos de enfermería alzan pancartas. José Esquivel dice que la CSS firmó un documento donde ellos solo tenían que laborar seis horas y a la fecha siguen trabajando ocho. ‘Seguiremos esta acción hasta que nos cumplan’.

En otro punto más distante, en las dos comunidades más cercanas al basurero —El Vallecito y Mocambo— Algis Torres, director de la Región de Salud de San Miguelito, pregunta casa por casa por el estado de salud de los ocupantes.

‘Esta mañana atendimos nueve pacientes con diabetes e hipertensión que tenían complicaciones por el humo tóxico en El Vallecito y 106

con otras patologías en Mocambo Arriba’, relata el galeno.

María Rodríguez, una de las residentes de La Paz, en Kuna Nega, que se apostó en la entrada del vertedero para no permitir que la Autoridad de Aseo vierta la basura en la fase tres del basurero, asegura que dos niños fueron llevados al Hospital del Niño y una anciana al Santo Tomás.

TRES DÍAS DESPUÉS

Así como hay versiones sobre la toxicidad del humo que abriga gran parte de la capital, hay posiciones diferentes sobre el control del siniestro. ‘Afortunadamente ya está controlado’, publicaba el mandatario Ricardo Martinelli en su cuenta de Twitter.

Enrique Ho, administrador de la Autoridad de Aseo, piensa que en seis días podría apagarse el fuego. Desde este jueves, la función de Ho en el basurero es doble: primero vigila el avance de los apagafuego y luego calma a los habitantes de las comunidades vecinas que no quieren que les depositen los desechos en la tercera fase del llamado ‘relleno sanitario’.

Especialistas de la Universidad de Panamá celebran que el color del humo se degrade de negro a blanco. Pero advierten de que habrá que esperar dos días para emitir un informe de los niveles de contaminación del aire con las partículas más pequeñas y más dañinas que salen de la quema.

Para la tarde, la Asociación de Ejecutivos de Empresa (APEDE) emite un comunicado. Los agremiados piden a los responsables que evalúen la capacidad de manejo y control para reducir la contaminación, el impacto ambiental y los riesgos a la salud asociados a la operación de Cerro Patacón.

‘Lo que ha ocurrido es un indicio claro de las deficiencias en el manejo de la basura a nivel nacional’, cuestionan los empresarios en el comunicado.

Arturo Alvarado, director del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), dice que ‘el humo es molesto porque la población está acostumbrada a respirar aire puro’.

Por su parte, Mirna de Crespo, viceministra de Educación, confirmó que las clases en los planteles de Kuna Nega y Mocambo continuarán suspendidas hasta que el Sinaproc les informe de que no hay riesgos para los niños y los docentes.

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