La Orquesta de Cámara del Istmo, integrada por jóvenes músicos formados localmente, ha demostrado que es posible cultivar un proyecto musical con ambición,...
- 07/09/2009 02:00
Aníbal Villa-rreal lleva la dirección del Instituto Oncológico Nacional Juan Demóstenes Arosemena desde el cambio de gobierno. El viernes por la mañana abrió espacio entre reuniones para compartir con La Estrella los planes y desafíos del ION para los próximos años.
El cáncer es una enfermedad que tiene que ver directamente con la edad, claro que hay cáncer infantil y juvenil, pero la mayoría de los problemas se empiezan a detectar desde la tercera y cuarta década. Hemos visto algunos casos de lesiones mamarias en mujeres a corta edad, casos que antes se veían a los 50 años,
pero no es la regla.
La torre que hemos planificado tendrá un costo de 45 millones de dólares, y se ha contemplado tres plantas para estacionamientos que apoyarán al Ministerio de Salud y a la Corte Suprema de Justicia. Para los otros pisos trasladaremos dependencias que ya existen, por eso nos sale más económico.
Actualmente contamos con 140 camas y no creo que vayamos a crecer mucho. La medicina moderna trata que el paciente esté menos tiempo hospitalizado y si podemos hacerlo ambulatorio, es mejor. Para apoyar a esos pacientes tenemos pensado remodelar el edificio 242 que usamos para administración para que sea un lugar de hospedaje, pero todo depende de cuándo terminemos el otro edificio. Una especie de hostal como hay en otros países.
En todos los países del mundo nunca hay suficientes recursos para satisfacer las necesidades. Salud y educaciónson los peores, los que más demanda de recursos tienen. Cuando llegamos al ION creíamos que era grande, pero a la vuelta de cuatro años se nos ha vuelto pequeño.
Nos hemos dado cuenta de que la tecnología está en aumento y la demanda de servicios va en aumento, necesitamos crecer más, necesitamos más equipos sofisticados que van a necesitar nuevas áreas.. hay muchos equipos nuevos que van a ser utilizados. Oncología, que ya se usan en otros países y que nosotros no usamos todavía. En Centroamérica, Panamá, es uno de los países mejores posicionados. Posiblemente por la ventaja de la moneda que usamos tenemos más disponibilidad de conseguir recursos.
El recurso humano especializado siempre nos hará falta. Las especialidades oncológicas son ramas que no son atractivas para las nuevas generaciones de profesionales. La oncología se ve como una enfermedad que ofrece mucho temor, que ofrece mucha dificultad para discutir con el paciente, por eso no todo el mundo se hace oncólogo. Todavía se ve la oncología como la especialidad de la muerte.
Las personas siguen atemorizadas. Si bien es cierto que es la principal muerte en el país, eso no significa que no hayan otras enfermades que puedan causar la muerte. Tenemos pacientes que han sobrevivido por muchos años y han muerto por otra causa.
Los presupuestos nunca van a satisfacer todas las necesidades, siempre van a sufrir recortes que aunque el Estado no quisiera hacerlos tiene que hacerlos porque no puede satisfacer el ideal que todos quisiéramos. Cuando sustentamos el presupuesto lo hacemos con suficientes elementos de juicio para demostrar dónde irá cada dólar que pedimos. Cuando se hacen recortes los programas de inversión son los que más se sacrifican.
Ya se ha convertido en una tradición que año tras año tenemos que pedir crédito extraordinario para terminar el año. Hoy (viernes pasado) tengo que ir al Ministerio de Salud a sustentar los cinco millones que estamos solicitando para terminar los meses que faltan.
Unos 34 millones. Si nos recortan entonces tenemos que reajustar.
El costo por paciente depenede del procedimiento que se le da. No tenemos un costo real, tenemos un costo en función del insumo consumido. Ahora mismo el procedimiento depende del tratamiento que se haga, por ejemplo, las cirugías mayores, la que duró una hora y la de 14 horas, saco un costo promedio de 1,000 dólares. En tratamiento de quimioterapia, cada sesión de tratamiento está costando en promedio unos 400 dólares, lo cual no es la realidad de cada paciente, hay pacientes que en una sentada se consume hasta 5 mil dólares, pero hay otros que solo consumen 20 dólares.
Las campañas de prevención crean el interés de conocerse a sí mismos. Están orientadas a que las personas le presten más atención a su cuerpo, por lo cual podemos intentar detectar enfermedades en etapas más tempranas, con lo cual el tratamiento es mucho menos agresivo. Mientras más temprano se atienda la persona menos trauma vamos a causarle a él y a sus familiares. Si a una mujer le podemos quitar una bolita con una citraciz casi invisible será mucho mejor que tener que amputarle la mama completa.
El que entra aquí asume que no es un hospital público por la forma cómo mantenemos la limpieza, el aseo, el trato de las personas. Rompemos nosotros ese paradigma de que un hospital del gobierno tiene que ser un hospital deprimente. Todos los hospitales deben ser igualmente alegres. Ofrecemos un ambiente de positivismo y creatividad donde el paciente sabe que aquí va a tener amigos que le van a sujetar la mano y van a seguir con él a lo largo del tratamiento.
Queremos que este hospital sea de entrenamiento del área centroamericana y del Caribe, creemos que podemos hacerlo, es más ya empezaron los programas de residencias, tenemos tres residentes en oncología médica y uno en cirugía oncológica. Somos ambiciosos en creer que podemos ofrecer capacitación a los demás países.
Tenemos la intención de seguir creciendo, aumentando su eficacia y manteniendo esa percepción que tiene la ciudadanía de que el ION es uno de los mejores hospitales del país, no solo entre los públicos sino entre los privados. La verdad esa es mi intención, no sé si llegaré a cumplir los cinco años, primero que sea la voluntad de Dios y segundo que sea la voluntad del ministro de Salud, Franklin Vergara.