“Revolcón” en la Lotería Nacional

PANAMÁ. En la Lotería Nacional de Beneficiencia (LNB), las cosas están que arden. No solo es el anuncio del nuevo director José Pablo Ramos de que no permitirá que se vendan chances casados; además le tiene la mira puesta a los denominados acaparadores, personas que tienen en su poder miles de libretas de chances y billetes. “Estamos dispuestos a cerrar la calle si es necesario”, dijo un enfurecido vendedor de billetes.

Al margen de la polémica por las chances casados, los vendedores también cuestionan el anuncio de Ramos de que está estudiando si es legal la costumbre de empeñar libretas de lotería. Y el problema va más allá. Desde hace años, alrededor de la Lotería se ha enquistado un grupo de personas que denominan acaparadores, porque son los que tienen miles de libretas en su poder y a quienes no les importa vender más del 50% de todas las fracciones que reciben. Y es que —en pocas palabras— han creado internamente una especie de lotería alterna, porque tienen todos sus servicios y hasta más amplios que la propia LNB: empeñan libretas, cambian billetes, venden y devuelven billetes. Estos acaparadores forman una red, cuya investigación adelantó la Contraloría General de la República y el caso incluso ha llegado al Ministerio Público.

Fuentes a las que ha tenido acceso La Estrella informan que la situación es un mal que ha perdurado por años, porque el sistema se traga a los nuevos regentes. Y es peor aún, porque en los escasos cinco meses que van del nuevo gobierno, la LNB ya ha tenido dos directores.

La red a la que le tienen la mira puesta está conformada por billeteros que trabajan con los acaparadores y los departamentos internos de la LNB de informática de Operaciones, Control de Billeteros y Seguridad.

¿Podrá Ramos desarticular esta red de corrupción en la Lotería Nacional...?

Amanecerá y veremos.