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- 10/08/2011 02:00
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En la actualidad la expectativa de vida de las mujeres supera los 75 años, lo que quiere decir que alrededor de un 40% de su vida transcurrirá en la etapa postmenopaúsica. Lamentablemente esta etapa es usada para marginar a las mujeres y es malinterpretada como el equivalente a enfermedad, sin entender que se trata de un proceso natural. Las mujeres adultas no solo merecen nuestro respeto, también nuestra atención, cuidado y cariño. Hoy les quiero comentar algunos aspectos que se viven en esta etapa natural y cuáles son los cuidados que se deben tener para tener una vida agradable.
En primer lugar aclaremos algunos conceptos: el término climaterio se refiere a la etapa fisiológica de la mujer que se caracteriza por la disminución de la función ovárica, seguida de ajustes endocrinos y metabólicos que finalmente se expresarán por el cese de la menstruación y la presencia de síntomas propios de la disminución de la actividad estrogénica (hormonal) como bochorno u oleadas de calor, variaciones en el estado psíquico y emocional, mal humor, la depresión, la ansiedad, los insomnios: cambios en la piel, resequedad vaginal, disminución del deseo sexual, entre otros. Es importante estar claros en que la mayoría de los signos y síntomas que se presentan en esta etapa son propios de la misma y que hay muchos mitos como pérdida de la oportunidad sexual, la incapacidad de lograr placer, la amargura.
Es responsabilidad de todos acompañar y apoyar a nuestras mujeres adultas, pues esta etapa es intensa por los cambios fisiológicos. Los enemigos de esta nueva etapa de la vida son las enfermedades cardiovasculares, óseas y malignas. Y lo más importante que hay que tener en cuenta es una buena y balanceada dieta, acompañada de actividad física. Por ejemplo, una paciente de 85 años, con debilidad de las piernas e imposibilidad de caminar, puede hacer ejercicios en cama y mucho mejor en agua (piscina), también hay que cuidarse de las caídas y golpes. Una caída para una adulta puede producir una fractura, que puede resultar en un encamamiento prolongado con todas las complicaciones médicas que esto representa. Son infinitas las recomendaciones, pero lo más importante es mantener ese espíritu femenino vivo, saturado de amor, con calor familiar constante y abrigado siempre de cariño.