Ni adorno, ni consumo: monseñor Ulloa invita celebrar la Navidad en familia

En una contundente reflexión emitida este domingo, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, expresó su preocupación por lo que considera una creciente pérdida del verdadero sentido de la Navidad en la sociedad panameña. Durante su mensaje dominical, el prelado hizo un llamado a la ciudadanía y a las autoridades a no vaciar de contenido espiritual una celebración profundamente arraigada en la fe cristiana del país.

“En los últimos años hemos observado con profundo dolor cómo el verdadero sentido de la Navidad se está perdiendo. Es una realidad que hiere y que no podemos ni debemos callar”, afirmó Ulloa, al denunciar lo que describió como una “Navidad desdibujada”, centrada en el consumo, las luces y los adornos, en detrimento del nacimiento de Jesús.

El arzobispo lamentó que en muchos espacios públicos se haya relegado o incluso eliminado la representación del pesebre, símbolo central de la festividad cristiana. A su juicio, estas prácticas no solo invisibilizan la figura de Cristo, sino que también “excluyen, despojan e irrespetan la identidad espiritual de un pueblo profundamente cristiano y creyente”.

“No podemos aceptar celebrar la Navidad sin Jesús. Sería como celebrar un cumpleaños sin el cumpleañero o una fiesta sin la razón misma que la inspira”, enfatizó.

Ulloa subrayó que la Navidad no puede reducirse a una estética superficial. “Ni las luces, ni los adornos, que ciertamente embellecen las calles, pueden salvarnos. Solo Cristo ilumina el corazón humano, da sentido al dolor y sostiene la esperanza de los pobres, de los enfermos y de quienes sufren”, expresó.

El líder de la Iglesia católica en Panamá también dirigió un mensaje directo a quienes ejercen cargos públicos, exhortándolos a no promover una Navidad “vacía y sin sentido”, pues —dijo— “este tipo de acciones hieren sentimientos religiosos de la gran mayoría del pueblo panameño”.

“No pedimos privilegios, pedimos respeto. No buscamos imponer, pero tampoco aceptaremos que se nos imponga una Navidad artificial donde el pesebre y Dios sean los grandes ausentes”, declaró.

Finalmente, monseñor Ulloa animó a los creyentes a mantener viva la esencia de la Navidad en sus hogares, incluso si esta se ve diluida en los espacios públicos.

“Si en la ciudad se oculta el pesebre, coloquémoslo en el centro de nuestras casas. Si otros callan su nombre, proclamémoslo nosotros con una vida coherente y con fe. La Navidad no es negociable en su verdad más profunda”, concluyó.