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- 13/09/2020 00:00

Se estima que en Panamá la cifra de iletrados supera los 100 mil panameños, los cuales se concentran mayoritariamente en los 300 corregimientos en condiciones de pobreza y pobreza extrema. Las mujeres de la tercera edad son las más afectadas.
El Censo de Población y Vivienda de 2000 detalla que en Panamá había 168,140 analfabetas, personas que no sabían leer ni escribir. Representaban el 7,6% de la población.
Un informe del Banco Mundial, fechado en 2018, detalla que el 95% de la población mayor de 15 años es capaz de leer y escribir, con entendimiento, una proposición simple y breve sobre su vida diaria. En general, el término “alfabetización” incluye también habilidades aritméticas, es decir, la capacidad de hacer cálculos matemáticos sencillos.

Para calcular este indicador se divide el número de personas alfabetizadas mayores de 15 años por la población del correspondiente grupo etario y se multiplica por 100.
El director de Alfabetización del Ministerio de Desarrollo Social, Carlos Contreras, explicó que en el último año se han alfabetizado más de mil personas.
Al analizar el programa desde su creación en 2007, señaló que el Mides ha alfabetizado a más de 77 mil ciudadanos, pero recordó que hace falta mucho por hacer, ya que existen más de 100 mil panameños iletrados en el país.
La Dirección de Alfabetización a través del proyecto “Muévete por Panamá”, que se implementa con el método 'Yo Sí Puedo' de alfabetización, tiene el propósito de enseñar a leer y escribir a las personas de 10 años en adelante, los jóvenes, adultos, con énfasis en las mujeres y las niñas y quienes viven en las áreas comarcales, lo que contribuirá a elevar su calidad de vida.

Lleva a los participantes de lo conocido (los números) a lo desconocido (las letras) en 65 clases, en siete semanas y media.
El programa considera no solo el aprendizaje de la lecto- escritura, sino el tratamiento a la comprensión lectora y la interpretación, lo que favorece la continuidad de estudios de los alfabetizados y su ingreso al sistema del Ministerio de Educación (Meduca), Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano u otros, en dependencia de las condiciones de cada cual, ofreciendo un abanico de posibilidades para su desarrollo.
“El proyecto de alfabetización que desarrolla el Mides tiene un alto componente inclusivo, por cuanto considera la atención a aquellas personas que son iletradas puras, semiiletradas y también a las que tienen condiciones especiales en cualquier lugar del territorio panameño”, señaló Contreras, director de Alfabetización.
Agrega que favorece el protagonismo y la corresponsabilidad de la propia comunidad en la transformación de su entorno social.
Destaca la participación de la figura del maestro voluntario que vive en las mismas comunidades de los iletrados, convirtiéndose en un actor clave en los procesos de enseñanza aprendizaje.
De acuerdo con la Unesco, la alfabetización es también una fuerza motriz del desarrollo sostenible porque permite una mayor participación de las personas en el mercado laboral, mejora la salud y la alimentación de los niños y de la familia; reduce la pobreza y amplía las oportunidades de desarrollo durante la vida.
El balance más reciente de la Unesco sobre la educación panameña recoge datos de los años 2013 y 2014. Ilustra que el problema no es la cobertura, sino la calidad de la educación.
El organismo reseña que en 2013, el 99% de los niños de entre 6 y 11 años asistía a la escuela, y prácticamente la totalidad entre quienes lo hacen al nivel primario. Por otro lado, el 99% de los adolescentes de entre 15 y 16 años accedió al nivel, y el 96,7% terminó el nivel.
De acuerdo con el estudio TERCE, realizado en el año 2014 en 15 países latinoamericanos, el 61% de los estudiantes de tercer grado y el 70% de los estudiantes de quinto grado del nivel primario tienen un bajo desempeño en lectura.
El 71% de los estudiantes de tercero y el 83% de los estudiantes de quinto tienen un bajo desempeño en matemática.
Tanto en lectura como en matemática, los niños panameños tienen un desempeño que los ubica por debajo de la media región.
La llegada del SARS-CoV-2 a Panamá paralizó el país, y el programa de alfabetización se vio afectado.
La educación fue una de las primeras actividades que se paralizaron en Panamá a raíz de la pandemia.
Con la puesta en marcha del proceso de reactivación en el país, el proceso de alfabetización se ha reactivado en todos los ambientes de clases que estaban funcionando al llegar la covid-19, con más de 400 participantes.
Se trabaja articuladamente con las demás direcciones del Mides, las juntas comunales, con otras instituciones del Estado y la empresa privada en la realización de censos o barridos para la habilitación de los ambientes de clase, con énfasis en aquellos que forman parte del plan Colmena.
El Mides se ha propuesto planes objetivos y realistas que permitirán que las cifras de iletrados disminuyan significativamente en todo el país, lo que a su vez contribuirá a disminuir la pobreza, la pobreza extrema, y a acelerar el desarrollo social de los panameños.
Panamá no tiene fecha para el inicio de las clases presenciales.
Las áreas comarcales son las más afectadas por la pobreza y la falta de educación.
Son más de 777 mil panameños atrapados en la pobreza que se han quedado atrás, fuera de la inclusión social y del desarrollo humano y sostenible de Panamá.
El programa de alfabetización, reconoce el Mides, está concentrado en los 300 corregimientos donde se implementa Colmena en condiciones de pobreza y pobreza extrema.
La identificación de los 300 corregimientos se realizó a través de un proceso metodológico bastante riguroso, basado en un enfoque de pobreza multidimensional, complementado por la medición de ingreso y otras técnicas cualitativas.
La cobertura del plan es nacional, no obstante, en su primera fase llegará a los 300 corregimientos con mayor nivel de pobreza multidimensional y por ingreso en áreas rurales, urbanas y comarcas indígenas.