Panamá, entre la competitividad y el proteccionismo

La ola migratoria que experimenta el país ha propiciado el aumento del ejercicio ilegal de varias de las más de veinte profesiones restringidas a extranjeros.

El tema fue discutido la semana pasada en Panamá, durante el Primer Foro Internacional de Migración Laboral, con la participación de ministros y viceministros de Trabajo de varios países de América Latina.

Como país anfitrión, Panamá fue un claro ejemplo de la coyuntura que enfrenta la región, que se debate entre el derecho al trabajo y el cumplimiento de las leyes laborales nacionales.

‘Para unos es un tema sensitivo; para otros se trata del tema universal de los derechos humanos. En lo personal, considero que se trata de equidad’, manifestó Luis Ernesto Carles, ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel).

Actualmente en Panamá la mano de obra inmigrante legalizada asciende a 12,141 personas, que en su mayoría han solicitado permisos sustentados en razón humanitaria o en tener un cónyuge nacional.

‘Es cierto que existe una ley que regula a algunas profesiones, pero también es cierto que hay escasez de profesionales en muchas de esas áreas’, apuntó la sindicalista Nelva Reyes, que promueve la adecuación de la oferta educativa de nivel superior.

Paradójicamente, entre las profesiones reservadas para nacionales se encuentran la ingeniería química y la petroquímica, que no son ofrecidas en ninguna universidad del país.

Otras profesiones reguladas por la ley panameña son la cosmetología, la odontología y la medicina, en todas sus especialidades.

Operativos del Servicio Nacional de Migración han descubierto que en varias clínicas de la ciudad estas profesiones son ejercidas por extranjeros de manera ilegal.

REPORTES

El último reporte de migración indica que durante los dos primeros meses de este año se retuvieron unas 128 personas por ejercer de manera ilegal profesiones exclusivas para nacionales.

En estos casos se contempla solamente una sanción administrativa.

El Mitradel reconoce la necesidad de cumplir la ley, sin embargo, resalta la importancia de aumentar la competitividad nacional.

Los sindicalistas, a su vez, apuntan a un mejoramiento del sistema educativo para evitar que se incumpla la legislación nacional.

No obstante, advierten algunos, la complejidad del tema raya en el límite de los derechos humanos.

En el año 2014, el Servicio Nacional de Migración tramitó un 23% más de permisos de residencia permanente que en 2013, sin incluir los permisos de trabajo otorgados a las 12 mil personas regularizadas en la última feria Crisol de Razas, celebrada en octubre pasado.