Ricardo Lombana: 'Debemos perder el temor de abrir todos los temas en una constituyente'

Actualizado
  • 08/04/2021 00:00
Creado
  • 08/04/2021 00:00
El excandidato presidencial expone su punto de vista sobre el proceso constituyente. 'Los riesgos de mantenernos igual son mucho más grandes', dice
Ricardo Lombana, líder del Movimiento Otro Camino, que representó la tercera fuerza política en las elecciones de 2019.

Ricardo Lombana es un joven y político panameño, que visualiza un proceso constituyente como una oportunidad para construir un Estado transparente con mejores oportunidades para la ciudadanía.

A pesar de la crisis económica, sanitaria y social por la pandemia de la covid-19, y de las advertencias de recesión económica que podría causar un proceso constituyente, Lombana está convencido de que es el momento de arrancar con los cambios al contrato social panameño.

El político, que representó la tercera fuerza más importante en el torneo electoral de 2019, considera necesario perder el temor a abrir todos los temas, incluyendo el título del Canal de Panamá, para que sean discutidos dentro de un proceso constituyente.

En campaña electoral, usted y José Isabel Blandón promovían una asamblea constituyente. Mientras que Laurentino Cortizo y Rómulo Roux, quienes obtuvieron la mayor cantidad de votos, se inclinaban por una reforma constitucional, ¿mantiene la misma posición?

Me gustaría aprovechar para reiterar y profundizar que la constituyente no es solo una de nuestras propuestas. Cuando inició este movimiento, hace cuatro años, cuando decidimos empezar a recolectar firmas, teníamos tres pilares en los que se sostenía el movimiento. El primero de ellos, es decir, la razón del movimiento era principalmente la necesidad de una asamblea constituyente. En términos más sencillos, nosotros aspiramos a llegar al gobierno para poder iniciar un proceso constituyente. Eso contesta la pregunta de si mantengo la posición.

Los riesgos de la constituyente nunca pueden ser menores a los que implica seguir en el camino que vamos, donde hay un colapso institucional del sistema político y con un Órgano Judicial colapsado, que está al servicio de la corrupción. Donde existe un Órgano Ejecutivo que no tiene la posibilidad de atender necesidades básicas de la población. Yo estoy convencido de que la constituyente no es la salvación, pero es el punto de quiebre para replantear las bases de la República.

Estoy recorriendo el país desde febrero. Hemos recorrido, sobre todo, los campos de Chiriquí, de Veraguas, de las provincias centrales y de las comarcas. Uno puede palpar que la constituyente no está entre los primeros temas que los ciudadanos plantean. Obviamente están las necesidades básicas y urgentes de una crisis social y económica como la que estamos viviendo. Y, eso, quienes promovemos la constituyente lo tenemos que tomar en cuenta... No podemos dejar de presionar a las autoridades elegidas, que son las responsables de colocar los presupuestos y los fondos del Estado al servicio de esas necesidades.

¿Por qué la constituyente no estaría dentro de las prioridades de la ciudadanía, de las personas con mayores carencias?

Es una combinación de factores. La constituyente por más que entendamos que es urgente y necesaria, no da de comer, no resuelve las necesidades básicas. A veces veo niños jugando en la tierra y los propios padres me dicen que ellos deberían estar recibiendo clases, pero no lo están haciendo porque no tienen acceso a internet, porque en la casa no hay ningún dispositivo. Entonces, si llegas a esa casa a hablar de la constituyente, es difícil que puedas hacer una conexión porque las necesidades básicas e inmediatas de esas personas son sus ingresos, trabajo, alimentación, salud y educación, y ni hablar de agua potable.

El doctor Miguel Antonio Bernal tiene muchísimos años hablando del tema. Él siempre lo ha planteado y ha puesto por delante la necesidad de hacer docencia sobre lo que significa la constituyente... Con la constituyente no te va salir agua por el grifo al día siguiente, ni tampoco vas a tener acceso a internet al día siguiente, pero si cambias las reglas del juego por completo para que quienes despilfarren fondos públicos sean responsables, para que haya certeza del castigo, porque es ese dinero el que sirve para proveer salud y educación, para que en lugar de destinarse millones a sostener una asamblea nacional que no cumple su rol, se haga una más pequeña que nos cueste mucho menos y que esté orientada a hacer leyes. Cuando uno empieza a enumerar y a desmenuzar en términos sencillos a la población que el resultado de una constituyente sí tiene que ver con la posibilidad de darle un nuevo rumbo al país, creo que entonces podremos conectar ambas cosas.

¿Cuál es su opinión sobre el título del Canal de Panamá en el marco de la asamblea constituyente?

Pienso que debemos perder el temor de abrir todos los temas. Hay un sector que tiene temor de que se toque el título del Canal de Panamá, con el argumento de que hemos logrado protegerlo, y que abrir la discusión de ese título podría ser peligroso porque podemos entonces crear incertidumbre y afectar la gallina de los huevos de oro, etc... Yo no coincido tanto con esa posición. Te voy a decir el porqué. La politiquería ya está metida en la junta directiva del Canal de Panamá. Aquí han designado miembros de la junta directiva que vienen directamente del corazón de los partidos políticos. Algunos, incluso, vinculados a escándalos de corrupción. Aquí tenemos a dos directivos o exdirectivos de la junta mencionados en escándalos de blanqueo de capitales. Entonces, de qué estamos hablando cuando decimos que no podemos tocar el título, porque si lo hacemos se va meter la politiquería u otros intereses. Yo creo que estamos enfocando mal el problema. Debemos concentrarnos en hacer un buen reglamento para la elección de constituyentes, en el filtro ético que deben tener los candidatos.

¿Su opinión sobre el título del Canal de Panamá es la misma para el matrimonio igualitario?

No voy a llevar ese tema a discusión a una asamblea constituyente ni tampoco nuestros representantes. Pero si algún constituyente quisiera llevar ese tema a discusión, tiene todo el derecho para hacerlo. Y entre los constituyentes tienen que discutirlo y decidir al respecto. Los temas se llevan, se abordan y se discuten. Todos los temas están en la agenda, absolutamente todos. Los constituyentes deciden qué tipo de constitución queremos tener. Yo te reiteró que ese no es un tema que está ni en mi agenda ni en la que nosotros llevaríamos a una asamblea constituyente.

¿Está de acuerdo con que la convocatoria a una constituyente debe incluir un documento de los temas a tratar?

Pienso que es necesario y, además, conveniente que haya un manifiesto, un documento previo. Algunos han querido mal interpretar las cosas. No se trata de ponernos de acuerdo en todos los temas que se van reformar, ¡no! Eso sí sería un error. Pero tiene que haber ciertos acuerdos mínimos, porque la constituyente no puede ser un fiasco, no puede ser un engaño.

Creo que la ciudadanía se merece un manifiesto o un acuerdo mínimo de 5 o 10 puntos en los que hay que comprometerse a revisar para que sean mejorados, para que representen el sentir ciudadano. Yo no estoy hablando de que tenemos que ponernos de acuerdo en la redacción de los artículos, pero sí podemos ponernos de acuerdo en que la asamblea debe ser más pequeña, en que los diputados de la república no deben manejar fondos públicos. Hay ciertos principios básicos a los que podemos comprometernos para darle más credibilidad al proceso.

¿Qué le diría usted a esas personas que argumentan que el movimiento pro constituyente es inconveniente en un momento de crisis social, sanitaria y económica?

Sí es el momento. Y reitero, los riesgos de mantenernos igual son mucho más grandes de los que puede traer un proceso constituyente.

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