La mejorana es para siempre

LOS SANTOS. Los destellos de aquella que representa nuestra patria, el vibrante fulgor de sus melodiosas notas, la desbordante alegría que denotan sus acordes, ese instrumento que evoca sentimientos encontrados, el símbolo de la autenticidad de nuestros pueblos, la mejorana de seguro será para siempre.

A través de los tiempos, ha sabido imponerse ante las devastadoras aculturaciones que crecen y se desarrollan en un país de codicias y basto tránsito; su hegemonía la hace la reina de las armonías en nuestro hábitat folclórico.

La presencia del hombre campesino se enaltece con la mejorana, ese instrumento que vivifica la efervescencia de la sangre campesina, del hombre folclor, de la gente del campo.

Y aunque no se le da la suficiente importancia por parte de entidades y algunos círculos de nuestra sociedad, la mejorana ha sabido sobrevivir gracias a los centinelas de la tradición, la gente que ama su tierra, pues el solo hecho de pronunciar la palabra mejorana despierta pasiones de los que sí quieren y velan por la verdadera identidad de la Patria.

De legados ancestrales, descendiente de la famosa guitarra española; la mejorana es un instrumento netamente panameño, pues aunque tiene antecedentes hispánicos, la singularidad como instrumento, canto o baile la hacen única de Panamá.

Sentado en el portalete de su casa, Don Gregorio Vargas, gran mejoranero, nos indica que antes los mejaraneros hacían duelos, de todas partes de la región de Azuero, se reunían en diferentes festejos para demostrar quién era el mejor ejecutor.

También nos comenta que en el pasado se aprendía a tocar la mejorana de oído. ‘Son recuerdos muy bonitos de los inicios del festival’, dice con un ademán de orgullo y gratitud por nuestro folclor.

Muchos son los baluartes que han dado su vida y su talento para que los latentes sonidos de la mejorana no perezcan y subsista con el pasar del tiempo. Hombres y mujeres amantes del folclor, trabajadores incansables de la cultura de Panamá.

Es en la península de Azuero donde se evoca con ferviente placer este instrumento, en el Festival Nacional de la Mejorana en Guararé, como máximo baluarte del folclor y en el Festival Nacional del Manito en Ocú, como parte entrañable de la vida del campesino herrerano. En pueblos como Agua Buena, Los Pozos, Las Minas, Chitré, Macaracas, Las Tablas y La Villa, se muestran vestigios arraigados del valor de la también llamada bocona.

La mejorana es el instrumento, y junto con el tambor, los bailes autóctonos y tradicionales de la república de Panamá, está de más decir que es preponderante mantener el espíritu de amor y lealtad hacia el legado de antepasados que cuidaron de nuestro vistosísimo cofre de costumbres y tradiciones, pues el folclor de nuestros pueblos es rico y afamado.

Indiscutiblemente, la mejorana representa la esencia pura del campesino panameño y es la antorcha del folclor de nuestra gente.

Ella representa el corazón y el espíritu de la tradición nacional.