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- 11/01/2012 01:00
- 11/01/2012 01:00
PANAMÁ. A pesar de los cuestionamientos de los sectores de oposición en su país, Daniel Ortega tomó ayer posesión para un tercer mandato como presidente de Nicaragua. La figura central en el acto de investidura fue Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán, considerado como un ‘personaje discordante y alterador de la paz mundial’ por los Estados Unidos.
Tras haber anunciado la semana pasada que el presidente panameño, Ricardo Martinelli, estaría en los actos en Managua, la Secretaría de Comunicación del Estado informó ayer que no iría. En su lugar asistirían el canciller, Roberto Henríquez; y el ministro de Comercio, Ricardo Quijano.
ACERTADA DECISIÓN
Contrario a las críticas que emanan de los sectores de oposición política al gobierno o los analistas, en esta ocasión las fuentes consultadas por La Estrella coinciden en que fue acertada la decisión tomada por el mandatario panameño de no asistir a esta investidura.
Coinciden, además, en que el país estuvo representado en un nivel considerable al estar presente el canciller, como encargado del manejo de las relaciones diplomáticas, y el ministro de Comercio, quien maneja el tema comercial.
ELEMENTO DISCORDANTE
‘Ante la presencia del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, el mandatario panameño no tenía nada que hacer allí’, así de tajante fue el ingeniero y analista político José Blandón padre.
Se trata de un mandatario que no está muy bien visto a nivel internacional y es considerado como una figura ‘discordante’ que viene de una reunión con el mandatario venezolano Hugo Chavez, quien también es cuestionado por liderar un grupo regional contra los Estados Unidos.
La pregunta que hace enseguida Blandón es qué haría Martinelli allí, quien es un mandatario de derecha. No es un grupo con el cual se identifican sus intereses ni los de Panamá, se responde él mismo.
¿SE COMPROMETE AL PAÍS?
El opositor perredista Juan Carlos Arosemena, dice que si tiene que aplaudir alguna decisión de Martinelli o de sus asesores es que hayan reconsiderado la decisión de asistir a Managua. Al estar entre este grupo, se puede comprometer al país, indicó, lo cual no sería beneficioso para nadie.
CONFUSIÓN
Durante su último viaje al extranjero, Martinelli estuvo en una sesión de la Secretaría de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), allí se identificó con las críticas que hace Rafael Correa, presidente de Ecuador, a la prensa de su país.
Preocupación y críticas en Panamá causaron las palabras del presidente panameño entonces, pero sobre todo confusión, los políticos no dejaron de preguntarse cómo un presidente de derecha se identifica con las acciones de uno de izquierda.
ALIADOS VS. AMIGOS
Qué haría el presidente de Panamá ante mandatarios de países como Irán, Cuba, Venezuela o Ecuador, pregunta el analista Edwin Cabrera. Cada país tiene el derecho a elegir sus aliados de acuerdo a sus intereses estratégicos y este no sería el bloque de países con los que debe identificarse Panamá, opinó Cabrera. Fue una decisión válida y acertada.