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- 02/12/2012 01:00
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El sistema capitalista, en su lógica de acumulación impulsa a las personas a consumir. Este consumo se basa en lo que la gente requiere para la satisfacción de las necesidades básicas; pero también, en artículos y mercancías que son prescindibles para la subsistencia, y que son creados como necesidades. Este accionar se vuelve parte de la vida cotidiana y del estatus social esperado para cada clase social. Este fenómeno de transformación de mercancías no necesarias en necesarias ocurre a través de la influencia de la propaganda y publicidad en los medios de comunicación, así como de estrategias de mercadeo que generan modas, deseos y comportamientos consumistas.
Durante el año, en cada época se establecen mecanismos de promoción de mercancías que promueven la compra de bienes y servicios estimulando la economía del país y la generación de riquezas. En cada promoción se encuentran artículos diferentes, para clases sociales distintas. Objetos que definen su utilidad por sus mayores ventajas y lujos, frente a aquellos que pueden ser obtenidos por mayorías con menor o poco poder adquisitivo. Estas mercancías, productos y servicios, son ubicados en diversas épocas del año. Asimismo, en Panamá en épocas como carnavales, inicio de clases, fiestas patrias y Navidad, se generan promociones que impulsan a los ciudadanos a comprar o consumir bienes y servicios, algunos necesarios, otros no necesarios pero que satisfacen un modo de vida o estatus social.
La época de fiestas de fin de año es la que promueve mayor consumismo en la población. Estos consumos se encuentran vinculados principalmente a la Navidad como fiesta religiosa. Paulatinamente, empezamos a adoptar tradiciones de compras de fin de año provenientes de la sociedad norteamericana. Se ha empezado a adoptar lo que por varias décadas se celebra en Estados Unidos, el denominado ‘viernes negro’, donde se impulsa a la población a comprar de forma desmedida y se da inicio formal a la temporada navideña, esto el viernes posterior a la celebración de acción de gracias. En Panamá, esta temporada se inicia a principios del mes de diciembre con la entrega de ahorros navideños, la partida del XIII mes y las bonificaciones o aguinaldos que entregan empresas a sus colaboradores.
¿QUÉ COSAS SE CONSUME EN LA NAVIDAD?
Esta pregunta fue contestada por la población de la Ciudad de Panamá en un sondeo de opinión realizado por FLACSO-Panamá. En el mencionado sondeo, se le pidió a los encuestados enumerar las cinco (5) cosas absolutamente necesarias para recibir la Navidad.
Según la población sondeada, de 12 elementos que evaluaron, y que se presentan tradicionalmente en la época navideña, la obtención del pavo y del jamón fue mencionada con mayor frecuencia. Seguida por los regalos de los niños y familiares, el arreglo de la casa, el arbolito navideño y el nacimiento.
A esta misma población se le pidió que ponderara la prioridad de esas cinco cosas, es decir cuál de ellas adquiriría primero, para completar la Navidad. Así, el 40.3% de la población encuestada consideró que lo primero que hay que resolver o la prioridad para recibir la Navidad son los regalos de los niños. Es decir, si tuviera que escoger entre la cena navideña, el arreglo de la casa y la decoración de arbolitos y nacimientos, serían los regalos la prioridad.
Como segunda prioridad que debería adquirir para recibir la Navidad se encuentra la adquisición de un árbol de Navidad, donde el 17.5% de la población mencionó que esa sería su segunda prioridad para comprar después de los regalos de los niños y familiares.
En lo referente a la terce ra prioridad, el 33.3% de la población ubicó el arreglo del hogar como prioridad detrás de los regalos y del árbol de Navidad.
En el caso de la cuarta prioridad, se ubicaría, según la población sondeada, la adquisición del pavo y del jamón para la cena navideña con un 28.9% de la población que ubica este renglón como cuarta prioridad detrás de las antes analizadas. Por último, el 14.9% de la población ubica en la quinta prioridad pintar la casa. Esta última, unida a la visión de arreglo y decoración del hogar en la época.
En síntesis, la población sondeada ha indicado que si tuvieran que decidir por cuestión de recursos en la obtención de artículos típicos de la Navidad, las prioridades se encontrarían en: regalos o juguetes, seguida por el árbol de Navidad, el arreglo de la casa, la adquisición de un pavo y jamón para la cena navideña y por último, la pintura del hogar.
En ese orden consumirían según sus prioridades y recursos. En este sondeo, el 11% de la población declaró que ninguna de las cosas mencionadas era necesaria para celebrar la Navidad.
COMPORTAMIENTOS EN LA NOCHE DE NAVIDAD
Otra evaluación hecha por el sondeo fueron los comportamientos que la población adopta la noche de Navidad, y si estos se encuentran vinculados a sentimientos o actividades religiosas. Es decir, si la población entiende la fiesta navideña como la celebración del Nacimiento de Cristo, o si esta fiesta está sujeta a otros aspectos de la vida secular.
Entre las actividades más importantes que la población realiza la Noche Buena, se encuentra como la más importante o significativa la reunión con familiares (64.0%), seguida de la asistencia a una iglesia o culto (19.3%) y la fiesta para recibir la Navidad (7.0%).
La reflexión sobre el Nacimiento de Cristo —al igual que la entrega de regalos— son actividades secundarias para la población en la noche de Navidad.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
El consumismo ha llevado a una pérdida paulatina de la significación de la Navidad, que se traduce en las formas de comportamiento en la celebración de esta fiesta fuera de su verdadera razón de ser o significado religioso.
La tradición religiosa se transforma en moda y consumo.
El verdadero significado de esta época se encuentra en promover sentimientos de dar, solidaridad con el que no tiene, y amor al prójimo.
Sería primordial rescatar este significado que debe encontrarse alejado del consumismo y la materialidad actual.
SOCIÓLOGO