Panamá, el Mar del Sur pasado y presente

PROFESOR E INVESTIGADOR UNIVERSITARIO. El ‘descubrimiento’ del Mar del Sur, ocurrido el 25 de septiembre de 1513, marcó un episodio que...

PROFESOR E INVESTIGADOR UNIVERSITARIO

El ‘descubrimiento’ del Mar del Sur, ocurrido el 25 de septiembre de 1513, marcó un episodio que todavía gravita en el devenir de nuestro país. En su momento constituyó el inicio, desde el Océano Pacífico, de un proceso de conquista, colonización, comercialización y traslado de las riquezas obtenidas de las entrañas de Nuestra América, hacia la metrópoli, representando al mismo tiempo uno de los ejes del poder colonial español en ultramar.

Hoy, a 498 años de dicha proeza expedicionaria, el Océano Pacífico sigue estando presente en la perspectiva del desarrollo económico de Panamá; pero en esta oportunidad la historia se escribe de manera distinta y su evolución depende, sin dejar de considerar otros factores reales de poder, de la voluntad de los panameños así como de la capacidad para construir consensos de cara al modelo de país que aspiramos edificar.

En este sentido, los tiempos modernos han diseñado en el Asia Pacífico un espacio de desarrollo y competencias que involucra a más de una veintena de países, cuyas economías presentan similitudes y fortalezas que les favorecen, cuando se trata de sus respectivas participaciones y relacionamientos con los mercados internacionales. En cada una de estas experiencias, el tema del posicionamiento ha sido el resultado del diálogo entre todos los actores del aparato productivo, incluidas las universidades como centros de conocimientos y apoyos a la innovación, ciencia y tecnología.

LOS ESPACIOS DE COOPERACIÓN

Este contexto dio origen al Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC) en Canberra, Australia, en noviembre de 1989, como respuesta a la creciente interdependencia económica de las economías del Asia Pacífico. Asimismo, logró intensificar el sentimiento de comunidad en dicha zona geográfica y redujo sustancialmente las diferencias entre sus economías. De esta suerte, APEC no es un convenio de obligaciones, las decisiones en este Foro se toman por consenso y los compromisos emanados se asumen voluntariamente.

La visión de APEC se elaboró y dio a conocer como los Objetivos de Bogor, Indonesia, en 1994; los mismos consisten en alcanzar la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión en el año 2010 para las economías desarrolladas, y al 2020 para las economías en desarrollo. Estos propósitos también se fundamentan en tres pilares, como son: a) la liberalización del comercio e inversiones, promoviendo la apertura de mercados y reduciendo los obstáculos que generan las restricciones a dichas actividades; b) la facilitación del comercio e inversiones, vía la reducción de costos en las transacciones empresariales y el acceso a la información comercial, y c) la cooperación internacional, conocida en este Foro como Cooperación Técnica Económica (ECOTECH), procurando el fortalecimiento de las capacidades institucionales e individuales de sus miembros.

No obstante lo anterior, APEC tampoco es un nicho exento de contradicciones. También ha sido un escenario en donde los intereses hegemónicos han tenido su impronta, afectando temporalmente el sentimiento de comunidad del Foro. La Cumbre de Seattle, Estados Unidos de América (2003), impulsada por la administración del Presidente Clinton introdujo elementos disociadores principalmente con Malasia, país que para la fecha había registrado uno de los mayores crecimientos en la zona del Asia Pacífico, más del 10%.

La Cumbre de Seattle marco un antes y un después de APEC, a pesar de las reclamaciones del Primer Ministro de Malasia, Mahathir bin Mohamed, quien se opuso a que las Cumbres de APEC fuesen elevadas a rango político. De hecho dicho dirigente no asistió a Seattle y acusó al sistema financiero internacional de haber ‘conspirado’ contra los valores, economías y monedas asiáticas, como fue el caso del bath tailandés. El Pacífico nuevamente se erigió en factor geopolítico.

EL PACÍFICO EXTENSO

Panamá es uno de los países de este hemisferio con un extenso litoral en el Océano Pacífico; sin embargo, su participación en este espacio geoeconómico no se ha proyectado más allá de la dinámica que le confiere el Canal de Panamá. Esta realidad marcha a contrapelo de una diplomacia estratégica activa que debiese privilegiar el conjunto de acciones integrales, no como simples enunciados, sino como lineamientos permanentes de política exterior que involucren a todos los sectores público y privados en la promoción del país, ya sea como centro internacional de negocios o como pivote de desarrollo comercial y humano.

Llegó el momento para que unamos esfuerzos para constituirnos en sitio y destino de Ferias permanentes en y para el Asia Pacífico y el mundo. Ello quiere decir que las relaciones internacionales del país están llamadas, con el auxilio de otras disciplinas, a develar las potencialidades de Panamá, resguardando en todo momento su independencia y soberanía nacional.

Durante el mes de agosto de este año tuvieron lugar en la república de Argentina y del Perú, respectivamente, sendos eventos de indudable trascendencia y consecuencias en la perspectiva del desarrollo y posicionamiento de América Latina, en lo que respecta al Foro de Cooperación América Latina y Asia del Este (FOCALAE) y la Cooperación Económica con Asia Pacífico (APEC) a través de la III Reunión del Consejo Empresarial (ABAC).

El primero de estos eventos, en el marco de la V Reunión Ministerial, se inscribe en la dinámica de la denominada segunda década de FOCALAE, fundamentalmente en lo concerniente al fortalecimiento de los vínculos entre ambas regiones, y a la ampliación de las áreas de cooperación. De esta manera, se logró la transformación de ser un canal de diálogo a un mecanismo más sólido y estable de cooperación, ampliando sus objetivos de desarrollo económico y sociales comunes.

Asimismo, a través del reconocimiento mutuo de las mejores prácticas en las dos regiones, se acordaron políticas dirigidas a enfrentar los desafíos globales comunes, a través del intercambio permanente de información e iniciativas para que el crecimiento económico vaya de la mano con políticas que favorezcan una distribución y generación de riquezas sustentables más justas y equitativas. Nuevamente no existe un registro de las actuaciones de nuestro país, miembro fundador desde sus primeras platicas, esto a raíz de una invitación especial del entonces gobierno del Presidente chileno Eduardo Frei Tagle y del Profesor Jayakumar, ex Primer Ministro y Canciller de Singapur.

INICIATIVAS Y EMPRENDIMIENTOS

Este Foro representa un escenario apropiado para que nuestro país genere iniciativas y emprenda políticas consecuentes con programas encaminados a la búsqueda de espacios económicos que favorezcan una inserción ventajosa, frente a otras iniciativas de países que se han colocado en la fila para ingresar a APEC tan pronto se levante la moratoria, bien sea en las próximas citas de Honolulú en noviembre de este año o en Indonesia en 2013. Es importante que nos preparemos para esta cita, sumando la participación de los tres actores del aparato productivo.

El hecho de ser el país un centro neurálgico del comercio mundial y del movimiento de personas, obliga a que se definan políticas adecuadas con este perfil, que faciliten una inserción dinámica en los diferentes escenarios, acordes con las características que, desde muy temprano, hicieron de Panamá un puente obligado en las relaciones económicas internacionales. Estas fortalezas y ventajas son las que identifican al país, y sobre las cuales debemos caminar.

El Mar del Sur siempre estará allí esperando a que Panamá acuda a su encuentro, ojalá no volvamos a llegar tarde a esta cita y que otros aprovechen los vientos para levantar vela y navegar en dirección al oriente.

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