Las huellas de un prócer

Actualizado
  • 17/03/2012 01:00
Creado
  • 17/03/2012 01:00
PANAMÁ. En 2006, el expresidente Bernardino González Ruiz concedió una amena entrevista a la periodista Nubia Aparicio. La conversación ...

PANAMÁ. En 2006, el expresidente Bernardino González Ruiz concedió una amena entrevista a la periodista Nubia Aparicio. La conversación fue publicada en la revista Mosaico, del diario La Prensa.

Era mayo de 1932. Los estudiantes se preparaban para ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de París (Sorbona). Había una orden del gobierno francés de escoger solo al 48% de los aspirantes y los exámenes de admisión de Física eran orales. Llegó el día de la prueba. Todos estaban sentados, nerviosos, esperando al profesor.

De pronto entró el maestro, catalogado en la Sorbona como una eminencia. Se detuvo, observó a su alrededor y fijó la mirada en el panameño… ‘Usted’, le dijo, ‘venga’. Y entonces le puso un problema ‘dificilísimo’, recuerda el tableño, ‘como para salir rápido de mí’. El estudiante llenó el pizarrón con signos y números y, al terminar, le puso un círculo a la respuesta... ‘he terminado’, le dijo al profesor.

‘Muy bien, muy bien’, le dijo éste sorprendido, al tiempo que lo felicitaba efusivamente: ‘¿Dónde hizo usted su bachillerato?’.

‘En Panamá’, contestó el tableñito… ‘en una escuela que se llama Instituto Nacional’.

‘Es muy buen bachillerato’, expresó el profesor, al tiempo que admitía a Bernardino González Ruiz, primer puesto de la promoción del año 29, del entonces prestigioso ‘Nido de Águilas, en la Facultad de Medicina de la Sorbona.

Bernardino había llegado del interior a la capital en 1923 y durante el primer año en el Instituto tuvo muchas dificultades con el inglés. Había muchos estudiantes que viajaban desde Colón y que dominaban bastante ese idioma y se burlaban de él, le decían ‘el montunito ese’, recuerda. Aun así, al final de ese primer año y de todos los demás, tuvo el promedio más alto, un desempeño que mantendría el resto de su vida académica, pues cuando concursó para hacer la especialidad en el Hospital de la Petié, también en París, quedó entre los primeros lugares.

B ernardino González Ruiz fue presidente encargado, en circunstancias muy particulares. El entonces presidente electo viajó a reunirse con su homólogo, John F. Kennedy. De acuerdo con la Constitución de 1946, debía ser reemplazado por el primer vicepresidente que, resulta ser, era su hermano mayor, Sergio González Ruiz, quien estaba en Europa. Correspondía la responsabilidad entonces al segundo vicepresidente, Dominador Bazán, quien no aceptó porque, según la Primera Carta Política, ello le habría impedido ser candidato en las próximas elecciones. Fue así que el Consejo de Gabinete escogió, por unanimidad, a Bernardino González Ruiz, quien era ministro de Trabajo, Previsión Social y Salud Pública, para reemplazar al presidente.

Hace pocos días, el Club Unión le ofreció un homenaje a este panameño de 94 años, por sus aportes a la Patria.

DR., UD. MILITÓ POR LARGOS AÑOS EN EL MOLIRENA, ¿QUÉ PASÓ CON ESE PARTIDO?

Yo fui el primer presidente de la Convención del Molirena, en 1982, en Santiago de Veraguas. En el 84, apoyamos a Arnulfo Arias y en el 89 a Guillermo Endara. Era un partido que prometía mucho, porque tenía gente buena. ¿Qué pasó?, me pregunta usted, pues la respuesta es sencilla: Las ambiciones personales pierden a los partidos. Todavía no entiendo por qué Endara aceptó ser candidato de un partido (Solidaridad) que después no quiso saber de él. Ahí se produjo una gran división del Molirena, porque Endara arrastró a gente muy importante del partido como Billy Ford, Rubén Carles, la china Gisela Chung y otros. Del número de personas que nosotros teníamos inscritas en el partido, solo la mitad votó por el Molirena en las últimas elecciones.

¿QUÉ LE RECOMIENDA UD. A SUS COPARTIDARIOS?

Que se olviden de los odios y los rencores, que haya unión y que dejen de estar peleando, que esa situación no lleva a ningún lado. El tema de quién va a ocupar la presidencia, que es lo que los mantiene peleando, que lo decidan después.

¿CUÁL HA SIDO SU MAYOR TRIUNFO?

La vida familiar, porque llegar a mi edad y tener una familia tan grande y que todos me quieran, sin excepción, es para mí grandioso. Más allá de esta afirmación personal, cabe afirmar que el segundo triunfo ha sido en el campo de la medicina. Fue el primero en hacer una operación de corazón abierto en Panamá, en la Caja de Seguro Social. Además, realizó las primeras cirugías de páncreas y descubrió, por primera vez en el país, un caso de brucelosis. Aquí nunca se había visto esa enfermedad y, después que se conoció ese caso, vinieron otros más, y fue entonces cuando se pudo controlar. Otra labor que el galeno considera exitosa fue la realizada en Chiriquí, en el Hospital José Domingo de Obaldía. Allí trabajaba de mañana, tarde y noche. Solo dormía cuatro horas. Le gusta mucho el cine, y no hubo ‘una sola noche que estuviera viendo una película y que no me llamaran’, recuerda. No tenía ni residente ni interno ni nada.

Era entonces presidente Ricardo Adolfo Cojo De la Guardia, quien hizo un decreto destituyendo a González Ruiz del hospital. El médico, que se encontraba entonces en una reunión del Club Rotario en Guatemala, se enteró a través del Dr. Fito Arias, que había quedado encargado del hospital: ‘acabas de ser destituido’, decía el cable.

Como respuesta, González Ruiz le mandó un cable al presidente: ‘Acabo de saber que he sido destituido, le pido que espere a que yo regrese, porque como el hospital es semiautónomo y yo manejo el dinero, quiero estar presente para entregarlo’. Enseguida le contestó el presidente De la Guardia: ‘Cuando regrese a Panamá venga directamente a la Presidencia’.

De regreso, el presidente lo recibió sin hacerlo esperar y luego del saludo, el médico le preguntó: ‘bueno, presidente ¿y usted por qué me botó?’. ‘Mira’, le explicó el mandatario, ‘es que ya muchas veces el ministro (de Salud y Previsión Social) me ha pedido tu destitución, pero no me daba ninguna razón para hacerlo, pero ahora me ha dicho que tú te metiste en una deuda muy grande en el hospital…’. Y el médico le contestó: ‘es verdad, lo hice con el objetivo de prepararlo para la guerra; compré, a crédito, una serie de equipos que eran necesarios’.

Después de esa conversación, el jefe del Ejecutivo le pidió quedarse en el hospital como cirujano jefe, a lo que González Ruiz contestó: ‘Solo si es ad honoren, porque así nadie me puede botar’.

¿SI UD. FUERA EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA HOY, QUÉ HARÍA EN EL TEMA DE LA JUSTICIA?

Primero que todo, la Constitución dice que hay tres órganos independientes que integran el Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. De manera que el presidente, como jefe del Ejecutivo, tiene que respetar al Judicial. Aquí hay gente que ha pedido la renuncia de los magistrados dizque porque están acusados de actos de corrupción y, es cierto, yo he visto que ha habido acusaciones y contraacusaciones, pero hasta la fecha no he conocido de ninguna prueba que los incrimine. Todo aquel que dice que tiene una denuncia contra algún magistrado, que presente las pruebas; si no, que no esté haciendo alharacas por ahí. Quienes alegremente piden la renuncia de los magistrados no se dan cuenta de que, si eso ocurriera, habría un dominio total por parte del presidente de la República de los tres Órganos del Estado; ¿y qué significaría eso?, que estaríamos prácticamente de nuevo en una dictadura. A mí me parece que uno de los más grandes errores que tiene la Constitución y que hubo la oportunidad de enmendar en las recientes reformas es el hecho de que el presidente nombre a los magistrados de la Corte para que estos luego tengan que ser ratificados por la Asamblea.

¿POR QUÉ, DR. GONZÁLEZ?

Porque son nombramientos políticos. Yo no soy abogado, pero pienso que es fundamental que quienes ocupen esos cargos tengan una carrera dentro del Órgano Judicial. Solo así se escogería a los mejores, con la seguridad de que conocen de leyes y saben el trabajo que van a realizar. En noviembre, aparentemente, habrá un referendo para decidir si se hacen reformas o no al Canal de Panamá

¿CREE UD. QUE EL PUEBLO DARÁ SU VISTO BUENO?

La Constitución dice que no s e puede hacer nada en el Canal si no hay un referendo, pero eso es un error. ¿Qué va a saber el millón y pico de personas que hay aquí si eso es bueno o es malo…?, ese tema no lo conoce ni siquiera la gente que está preparada; el hecho de si conviene no, lo saben muy pocas personas que han estudiado el asunto, de manera que creo que insistir sobre eso es un error. La gente no tiene la menor idea, eso es más difícil de lo parece. Quienes han estudiado el tema a fondo, son los que pueden dar el consejo: sí o no. Es una irresponsabilidad poner esa decisión en manos de la gente que no sabe. Yo, que no soy tampoco ningún técnico, creo que sí deben hacerse reformas al Canal de Panamá, porque la ciencia está avanzando, todo está avanzando. Los nuevos barcos que están fabricando ya no pueden pasar por la vía, de manera que en ese asunto no debemos ser muy exigentes, sino ayudar para que esas reformas se den. Hacer esos cambios en la vía acuática costará mucho, pero esa empresa que se llama Canal de Panamá es la que más dinero y trabajo ofrece a los panameños. ¿Quiénes son los trabajadores mejor pagados del país? Son precisamente ellos.

¿QUÉ HACE UD. PARA, A LOS 94 AÑOS, ESTAR TAN BIEN?

La gran ventaja que tengo es que nunca me he fumado un cigarrillo, ¡jamás! y por eso tengo mis pulmones sanos y eso manda, porque los pulmones mandan sobre el corazón. Además, no soy ni he sido parrandero. Me tomaba alguno que otro trago, pero sabía cuándo parar. Por otro lado, confiesa que no se pierde una fiesta de Las Tablas. ‘Soy tableño puro’, dice orgulloso. Desde hace 55 años la familia González Ruiz es la encargada del ‘anda’ de María Magdalena en Semana Santa: la adornan y la pasean en el pueblo en la procesión. ‘Yo no falto a una de esas fiestas’, asegura. Recuerda que una vez una vecina lo llamó para pedirle dinero para adornar a la santa, porque no tenía cómo hacerlo, y él le contestó: ‘yo le doy, pero si la santa me ayuda a conseguir a la muchacha que me gusta...’. Y me la consiguió, con ella estoy casado’. Desde entonces tiene a la santa como suya. Todos los años su familia entera se va para Las Tablas a adornar y venerarla y ese acto ha ayudado mucho a la unión de todos.

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