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- 20/05/2013 02:00
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PANAMÁ. ‘Embotellada o no, agua es agua. Todas son la misma cosa. Tú crees que es verdad todo lo que ponen en esa botella.. de que viene de la montaña y contiene minerales, esa agua es de la pluma’, de esta manera discutía una señora en los pasillos de un súper mercado con su hija frente a los estantes que contenían alrededor de 10 marcas diferentes de agua embotellada. Escuchar esta conversación fue una de las razones que me hizo aceptar la invitación que me hizo la planta de agua artesiana Aquacai, ‘vamos ha conocer la realidad’, pensé, sin imaginar lo que vería.
¿AGUA DE LA MONTAÑA?
Son 400 hectáreas de terreno, rodeados de un inmenso bosque donde reposa una variedad de riachuelos, el clima, pues el típico de montaña... húmedo y fresco; la neblina se dejaba ver a lo alto de las montañas. Este paraíso llamaba a gritos que lo recorrieran, pero primero se debía hacer un alto en la planta embotelladora.
Con gorros, esterilización de manos y zapatos cerrados, como si nos preparáramos para participar de una cirugía, fue como entramos a esta gran bodega donde reposa una maquinaria de última tecnología, la cual embotella 36 mil aguas por hora. Esta gran industria reposa en las faldas del Cerro Trinidad, en el distrito de Capira. Sobre ese suelo, a más 120 metros de profundidad se encuentra un manto acuífero de agua pura, agua artesiana, de donde se extrae Aquacai.
En el segundo nivel de la planta encontramos a un grupo de científicos realizando diversos análisis con el agua extraída, para verificar la pureza y calidad del producto, así como comprobando la resistencia de las botellas que se utilizan, las cuales son sopladas a base de calor en la misma planta, hasta que obtienen la forma deseada. La maquinaria se encarga de todo el proceso, desde el soplado de la botella, hasta encajetar el producto.
Una vez terminado el recorrido por la planta, el lado natural de esta travesía empezaba, para encontrarnos así con el punto exacto donde emergía el vital líquido.
El líquido, es extraído del acuífero, que se halla encerrado en cuatro paredes de piedras subterráneas. De allí es conducido por tuberías de acero inoxidable a los tanques de almacenamiento (en la planta) donde es saneado por lámparas ultravioletas.
Si no lo hubiera visto y verificado por mí misma, no lo hubiera creído. Producir agua embotellada artesiana es un proceso que requiere, primero que todo de mucha inversión monetaria, así como del trabajo dedicado de muchos expertos.