Proteger el bosque para conservar la rana ‘O. vicentei’

Actualizado
  • 05/01/2024 00:00
Creado
  • 04/01/2024 16:36
Concluyó el proyecto iniciado en 2022 en el Parque Nacional Santa Fe, en Veraguas.
El investigador prepara un artículo científico sobre sus hallazgos

Entre la abundante biodiversidad de Panamá se encuentra una diminuta rana arbórea cuyo canto solo lo identifican los expertos. Se trata de la rana venenosa de Vicente (Oophaga vicentei), que actualmente se encuentra en peligro de extinción, con estatus poblacional decreciente, según la Unión Mundial para la Naturaleza en su última evaluación de la especie en 2018.

Para los científicos es difícil observarla, capturarla y contarla, porque pasa la mayor parte de su vida en el dosel del bosque, es decir, en las partes altas de los árboles. Por esta razón muchos detalles son desconocidos sobre esta especie de rana de la familia Dendrobatidae en el medio natural.

Se sabe que habita en parte de la cordillera central de la provincia de Veraguas y hacia el Caribe, en la comarca Ngäbe-Buglé, la provincia de Coclé hacia el Caribe, y en el área de Donoso, en Colón.

El científico veragüense Eric Flores, investigador de la Estación Científica Coiba AIP y miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), lideró un proyecto de investigación para identificar las variables ambientales que influyen o podrían influir en la presencia y/o abundancia de la rana venenosa de Vicente en el Parque Nacional Santa Fe, en Veraguas.

El proyecto se desarrolló en tres etapas: una de campo en la cual se recolectaron datos; otra de divulgación local de resultados preliminares, y la última es la de reporte y finalización de los análisis. En estos momentos está preparando un artículo para publicar sus hallazgos.

La investigación fue financiada principalmente por el Fondo de Conservación de Especies Mohamed Bin Zayed de los Emiratos Árabes Unidos y con el apoyo de fondos de People’s Trust for Endangered Species del Reino Unido y del SNI. La organización sin fines de lucro, Panama Wildlife Conservation, y Coiba AIP han respaldado el proyecto.

Hallazgos preliminares

El trabajo de campo se realizó en dos sitios en el Parque Nacional Santa Fe, entre el 28 de agosto de 2022 y el 5 de mayo de 2023. Consistió mayormente en establecer tres transectos lineales de 150 metros de largo en los dos sitios de estudio (3 transectos por sitio), conteo de los cantos y estimación de distancia hacia los cantos a lo largo de los transectos en el bosque.

En cada gira, el Dr. Flores iba acompañado de al menos cuatro personas para instalar sensores de temperatura/humedad y estaciones de medición de lluvia. También medían la estructura del bosque en los sitios de estudio. Su equipo de trabajo incluyó a: Joelbin De la Cruz, Bernardo Peña, Carlos Ábrego, Enoc Bordones, Daniel Rivas, Ubaldo Virola, Erick Manzané, Emilio Hill, Aaron Pino y Seferino Rodríguez.

Los sitios de estudio estaban entre los 700 metros y 800 metros sobre el nivel del mar. La temperatura promedio estuvo en el orden de 24°C con mínimo de 19°C y máximo de 31°C.

La rana venenosa de Vicente tiene diferentes variaciones en su color de piel. En los dos sitios de estudio el morfotipo característico es el de verde oliva con manchas negras en puntos o reticuladas.

“Según nuestros estudios, la densidad de esta rana está muy relacionada con la temperatura ambiente y la estación del año (seca o lluviosa). Adicionalmente, estos animales para reproducirse dependen del agua acumulada en las bromelias, si no hay agua, no hay bromelias, y si no hay árboles, tampoco habrá O. vicentei”, compartió el Dr. Flores, quien también es miembro de la Fundación Panamá Wildlife Conservation.

“Encontramos que en los sitios donde estudiamos la O. vicentei los árboles tenían un diámetro a la altura del pecho entre 7 y 12 cm, y con abundancia de bromelias. Las escuchamos cantando a alturas entre 5 metros y 25 metros aproximadamente”.

A la fecha, indica el investigador, se está trabajando en los análisis detallados para la publicación científica, y aunque no puede revelar datos exactos aún, adelanta que según el modelo utilizado, la densidad de estos animales (hembras y machos) se ubica arriba de 0.0070 animales / m2.

Por la conservación

El Dr. Abel Batista, investigador de la Universidad Autónoma de Chiriquí y miembro del SNI, fue colaborador en la primera publicación que se hizo sobre ecología de esta especie en la naturaleza, y en conjunto con el Dr. Flores participó en un evento durante la XIX Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), realizada en Panamá en 2022, para abogar por una mayor restricción al comercio de esta especie.

“Actualmente, con el Dr. Batista, estamos colaborando en la edición de un librito de contenido popular sobre la ranita Oophaga vicentei, que se encuentra en fase de diagramación”, menciona el Dr. Flores. “En este librito han colaborado también el biólogo Daniel Murcia (edición e ilustraciones), la bióloga Elsy Rodríguez (ilustraciones) y la bióloga mexicana Miriam Aquino (diagramación). Estamos buscando apoyos para poder cubrir los costos de impresión y así poder distribuirlo no solo a jóvenes de Veraguas y Coclé, sino a otras partes del país”.

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