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- 15/12/2012 01:00
- 15/12/2012 01:00
PANAMÁ. El sadismo que toma su nombre del escritor Donatien Alphonse Francois de Sade, más conocido como Marqués de Sade, es la tendencia que tiene una persona por disfrutar sexualmente con el dolor ajeno.
Este año la fusta y el látigo están entre los objetos fetiches más vendidos, en el mundo, debido a la expectativa que generó la trilogía erótica de la británica E.L. James. ¿Es necesario un material de cuero para jugar al amo y a la sumisa en la intimidad?
EXPECTATIVA
‘El látigo y el dolor masoquista pueden ser una fantasía excitante para algunos pero hay otros que no la realizarían jamás’, sostiene el sexólogo Eliecer P. Rivera. ‘Para quienes desean vivirla, puede ser una realidad regocijante’, agregó.
Esta forma de juego sexual busca cambiar un poco la concepción y la idea de lo que significó por siglos y poder implementar sencillas prácticas muy novedosas y generar expectativa en la vida de pareja.
‘Podemos utilizar materiales que no sean tan bruscos como una seda para atarlo, un látigo inventado que no genere dolor y ropa no necesariamente de cuero para bajar un poco el concepto de agresividad que podemos tener en nuestra mente al respecto’, detalló el especialista.
‘Lo importante es que nos sintamos cómodos con lo que estamos haciendo y que podamos disfrutarlo con nuestra pareja sin que genere malestar en ninguno de los dos’, recalcó.
La sexóloga y psicóloga Rosario Cervantes Saavedra sostiene que el uso de este objeto en la relación de parejas se puede convertir en una forma de maltrato físico hacia la otra persona, sea hombre o mujer. Ella como experta no lo recomienda salvo que ambas personas estén dispuestas a hacerlo de la forma más sana y segura posible.
LA FANTASÍA
Según la psicóloga, los ejercicios de mando o sumisión pueden adquirir todo tipo de formas, como simular ser un profesor y un alumno en clase, alguien que ha merecido un castigo por hacer algo y a quien se le aplica el correspondiente castigo, será forzado a realizar determinadas posturas o actividades sexuales.
Para Rivera, esta es una fantasía sexual que puede ayudar a que la pareja disfrute de su sexualidad plenamente, en algunos casos, siempre y cuando estén anuentes de sus riesgos.
CONSECUENCIAS
Los sexólogos reconocen que es difícil calcular cuántas personas recurren a este tipo de prácticas, ‘porque es raro que alguien confiese estas cosas’.
‘Muchas veces quienes practican el sexo sadomasoquista terminan en un cuarto de urgencias de un hospital’, detalla el especialista Rivera.
En cualquier caso, sea suave o duro, el sadomasoquismo siempre requiere un pacto entre dos personas que aceptan un determinado tipo de relación sexual hasta un límite previamente establecido que no se debe sobrepasar’, dijo.