Cultura para todos, los pros y contras de la digitalización en el sector

Lo popular o el conocimiento general, ¿en qué debería enfocarse el contenido cultural? Es una de las preguntas que exploró el conversatorio ‘El poder del periodismo y la cultura’. En este espacio organizado por La Estrella de Panamá durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá, la democratización de la cultura y el alcance de la misma fueron temas que cobraron relevancia.

El mismo contó con los aportes de la escritora y gestora cultural, Consuelo Tomás; la directora ejecutiva y curador en jefe del Museo del Canal Interoceánico, Ana Elizabeth González; Esther Arjona, jefa de información del periódico organizador del evento y periodista con más de 25 años de experiencia en temas culturales; y Katherine Bucktron, directora de derechos culturales y ciudadanía del Ministerio de Cultura (MiCultura).

Durante esta ocasión, María Alejandra Carrasquilla, periodista cultural de ‘La Decana’ fue la moderadora del panel de expertas.

La importancia de la cultura y su divulgación, la demanda cultural en Panamá y otros ejes interesantes en relación con la cultura se conversaron durante los tres ejes focales del foro: la cultura como industria, la situación actual de la comunicación cultural en el país y el poder sanador de la cultura, en los que cada experta tuvo la oportunidad de compartir su conocimiento y opiniones.

Si bien es cierto, las redes sociales y la digitalización han cambiado la cultura para siempre, no solo han ampliado la accesibilidad de la misma, también han repercutido en qué narrativas son relevantes y cómo estas se informan.

De acuerdo a las panelistas del conversatorio, la improvisación, la figura del influencer y las informaciones superficiales es lo que ha tenido más empuje, relegando elementos como la importancia de ciertas manifestaciones culturales así como su técnica, estética y ética a un segundo plano.

“Hay un peso enorme de las nuevas tecnologías puestas al servicio de la comunicación y eso está creando la ‘cooltura’, si está bien estética o éticamente no importa, lo que importa es que se vea (...) hay que adaptarnos y ver como sobrevive uno que todavía le apuesta a la ética y la estética de las cosas, pero no es fácil”, expresó Tomás, durante ‘El poder del periodismo y la cultura’.

Sin embargo, la digitalización cultural también ha traído resultados positivos, prueba de esto es la pandemia por Sars-CoV-2 y cómo la demanda por el factor cultural fue suplido desde la distancia, aún cuando bibliotecas y museos tuvieron que cerrar sus puertas, como el Museo del Canal.

Según su curadora en jefe, la pandemia fue un momento de aprendizaje para esta institución cultural. Después del paro de actividades, el museo entró en una labor de reestructuración para mejorar la accesibilidad y la manera de contar la historia en sus paredes.

“La gente consume información de maneras diferentes. ¿Cómo le damos la información a todo ese tipo de público? Tenemos que prepararla de un modo que pueda ser disfrutada por todas las personas que nos visitan, eso significa tener información resumida para quienes dan una visita rápida, tener espacios de información interactiva para quienes prefieren aprender de esa manera y tener espacios donde personas con discapacidad visual puedan disfrutar del contenido del museo”, explicó González, también hablando de las modificaciones que se han ido haciendo periódicamente bajo su gestión en el Museo del Canal.

Este proceso no solo les ha permitido acercarse más a todo tipo de audiencias, sino que ha sido provechoso para el museo a nivel de exposición entre la población.

Por su parte, la directora de derechos culturales de MiCultura, sustentó durante el conversatorio que la clave de la democratización cultural y la accesibilidad a las actividades culturales es pensar en las personas y comunidades que consumirán este contenido. La comunicación debe ir en torno a aquellas personas que visitarán un museo, una biblioteca o formarán parte de la experiencia cultural que se ofrece.

“No se trata de superficialidad, más bien cómo podemos hacer que todos estos espacios de cultura sean accesibles [a través del contenido y herramientas digitales], que es un derecho cultural y un derecho humano”, dijo Bucktron.

Los medios de comunicación y el periodismo también tienen un papel fundamental en cuanto a la accesibilidad de la cultura, especialmente porque son los que deben crear el balance entre lo popular y el contenido enriquecedor, que no siempre son opuestos. Para Arjona, la creatividad es fundamental.

Además, “tener empatía” con el público y una fuerte conexión con el entorno cultural, incluyendo a artistas e instituciones, ayudará a los medios a informar sobre lo que quieren escuchar, ver o leer las personas en cuanto a cultura. “[El ecosistema cultural debe] impulsar esta institución, sin la cual no podemos lograr mucho más, que es la educación”, señaló la periodista.

Sin duda, los medios tienen la tarea de informar, educar y entretener, pero no se pueden convertir en el reemplazo de un sistema educativo. El papel de estos es ser de ayuda para que el resto de la sociedad exija una mejor educación y se genere el pensamiento creativo entre la población, solo de esta manera los derechos culturales y la democratización cultural tomarán la relevancia debida en el panorama de Panamá en cuanto a la cultura.