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- 06/05/2023 00:00

Cada vez más mujeres deciden postergar la maternidad por diversas razones: la búsqueda de estabilidad económica, el crecimiento profesional o no tener pareja, son algunas. Sin embargo, retrasar la edad para tener hijos incrementa las posibilidades de complicaciones durante el embarazo y el parto. Además, a medida que avanza la edad de la mujer, el porcentaje de fertilidad disminuye.
De acuerdo con el portal web ivi.es, las niñas nacen con un número finito de óvulos, alrededor de un millón, pero los van perdiendo a lo largo de su vida, y cuando llegan a la adolescencia, quedan unos 300.000. Durante su etapa reproductiva, cada mujer cuenta con 400 óvulos aproximadamente, procedentes de la propia ovulación.
“Así, una mujer con 18 años de edad tiene un 86% de fertilidad, y según va avanzando el tiempo y llega a los 42, únicamente tiene un 36%. Estos datos revelan la importancia de quedarse embarazada antes de que la fertilidad haya descendido”, reseña la página.
¿Cuáles son las opciones para conservar la calidad de los óvulos? El médico especialista en medicina reproductiva y director de la clínica de reproducción asistida IVI, Saúl Barrera, recibe a La Estrella de Panamá en su consultorio para conversar sobre el proceso de vitrificación de óvulos.

La congelación de óvulos es uno de los mayores avances en tratamientos de medicina reproductiva en el mundo porque, indudablemente, hay un antes y un después de esta técnica. Se habla de congelamiento de los óvulos para que se pueda entender, pero el término correcto es vitrificación porque los óvulos no se pueden congelar. Cuando se hacía la congelación lenta se formaban cristales de hielo y las células se destruían. Después que se introdujo la técnica de vitrificación, que es el proceso de congelación ultrarrápida, abrió el camino para que se puedan congelar células como los óvulos que tienen mucho contenido en líquido.
La vitrificación es una manera de preservar las propiedades biológicas del óvulo, así como la vitalidad del mismo en un momento determinado, es decir, que si una mujer congela sus óvulos a los 34 o 35 años y la maternidad se le da después de los 40, aunque ella tenga 40 años ese óvulo va a tener las propiedades biológicas de cuando era más joven. Esto se traduce en tasa de éxito de embarazo.
Al postergar la maternidad, uno de los mayores riesgos es la aparición de defectos cromosómicos en el bebé asociados al envejecimiento del óvulo. Pero esa mujer que congeló sus óvulos a los 34 años, su riesgo de síndrome de Down será de uno en 600, aunque ella tenga 40 a 42 años. Cuando se calcula que es aproximadamente uno en 30 o 40.
Pudiera ser desde la mayoría de edad, desde el punto de vista legal. Biológicamente se puede hacer desde que la mujer tiene ciclo ovulatorio, no hay un límite de edad en el cual no se puede hacer, aquí empiezan a entrar en juego otros factores. La edad ideal pudiera ser alrededor de los 35 años cuando una mujer empieza a plantearse postergar la maternidad, pero esto no significa que una mujer de 38 años o de 40 años no pueda.
Al hacerlo, por ejemplo, a los 40 años tiene su desventaja, ya va a haber óvulos que, biológicamente, no van a tener las propiedades que se requieren para hacer un tratamiento in vitro con éxito y no te vas a dar cuenta al momento de congelarlos. Aunque al hacerlo a los 39 o 40 años los óvulos tienen mejor calidad que a los 44. Si se congelan óvulos a los 43 o 44 años, la probabilidad de que un in vitro sea exitoso no es alta y por eso pudiera decir que entre los 35 y los 40 es un marco de edad adecuado.
No, nosotros lo que hacemos es evaluar condiciones médicas que puedan asociarse a disminución de la funcionalidad. Hay muchos trastornos hormonales endocrinológicos, como el síndrome de ovario poliquístico, resistencia a la insulina, trastorno de tiroides, prolactina o déficit vitamínico. Si una paciente está en alguna de estas situaciones, lo ideal es resolverlo, compensarlo, controlarlo y cuando esté en óptimas condiciones, va al tratamiento de congelación. Se sabe que son condiciones hormonales metabólicas, que si están descontroladas afectan el funcionamiento de los ovarios, así como cualquier otra parte del cuerpo.
Cuando los óvulos están criopreservados por la técnica de vitrificación no hay fecha de vencimiento, esto no es como cuando uno congela una carne y dura de cuatro a seis meses. Con los óvulos no es así, estos van a conservar sus propiedades biológicas a través del tiempo, da lo mismo si el óvulo lo congelé por una semana, un mes o cinco años.
Al descongelarlo, el óvulo retoma las mismas propiedades biológicas. Si es cierto que en mujeres con más de 40 años el porcentaje de óvulos que sobreviven a la descongelación es un poco menor, esto es uno de los factores a tomar en consideración para que la paciente entienda si vale la pena no congelar óvulos después de esa edad.
Lleva dos costos, el procedimiento y costos relacionados con la medicación. Sorprendentemente, los costos de los medicamentos llevan casi el 60% del proceso. El tratamiento acá en la clínica es alrededor de $2.200 y en medicamentos la paciente se puede gastar entre $2.500 a $3.000. Los fármacos que se utilizan cuestan más que el mismo proceso.
Es incómodo. Antes de congelar los óvulos, las mujeres tienen que someterse a un proceso que se llama: estimulación del ovario, que busca que en un mismo mes haya una mayor cantidad de óvulos maduros. Esto consiste en unas inyecciones que pueden cambiar el estado de ánimo, producir un poco de dolor de cabeza y malestar general propio de cambios hormonales.
El proceso de congelación, se lleva a cabo mediante una anestesia tipo sedación, o sea, el proceso se realiza con la paciente dormida, justamente para que no tenga mayores molestias posteriores a la extracción de los óvulos. Demora de 10 a 15 minutos, se hace de manera ambulatoria y a la paciente se le dará de alta con sus analgésicos. Pero no es algo que sea mucho más fuerte que un cólico menstrual.
No hay un número mágico, cada paciente tiene una reserva ovárica diferente y responde diferente a la medicación. La media de óvulos para hacer un tratamiento de fertilización in vitro es alrededor de 10 a 12. Si yo tengo un número redondo de 10 óvulos, significa que al día siguiente voy a tener aproximadamente entre 7 a 8 embriones. De esos 7 a 8 embriones, lo esperado es que se desarrolle bien el 50%.
Empecé con 10 óvulos, al día siguiente tengo 7 y al quinto día tengo 3 a 4. De estos 3 a 4, según la edad de la mujer, pudo tener embriones que genéticamente estén mal y no tienen la capacidad de implantar, entonces una paciente de 38 años se requiere que tenga de 10 a 12 óvulos para al final quedarse con dos embriones genéticamente sanos.
Sí, hay un proceso que no es nuevo y es muy interesante en términos de funcionalidad del ovario, se llama preservación de la corteza ovárica. El proceso no es algo complicado, involucra una laparoscopia en la cual se extrae un fragmento de la corteza ovárica y se criopreserva el tiempo que se desee.
Posteriormente, ese fragmento del ovario que se criopreservó puede reimplantarse en el ovario y puede hacer que una paciente que inclusive ya esté en menopausia pueda retomar la función ovárica. Este proceso todavía no se está haciendo de manera rutinaria en Panamá.