Divertirse mientras aprenden; el MAC atrae a los jóvenes al museo

El Museo de Arte Contemporáneo de Panamá (MAC) coloca sobre la mesa diversos temas de interés social con el fin de visibilizar a grupos vulnerables, brinda apoyo educativo a niños y jóvenes, y les abre espacio a los artistas panameños.

Durante el año 2020 la junta directiva del MAC, junto con su equipo de trabajo, se detuvo a cuestionar cuál es el mayor impacto que puede tener el museo en la comunidad y decidieron reunir a distintos profesionales académicos, representantes de organizaciones, comunidades artísticas para consultarles qué estaban haciendo en distintas áreas.

A los grupos les preguntaron cómo el museo podría ayudar a visibilizar o crear oportunidades de torno a temáticas que forman parte de la sociedad panameña.

La directora ejecutiva del MAC, María Lucía Alemán, explicó que con esta iniciativa se comenzó a “trenzar la misión del museo con las necesidades de la comunidad. Con estas exposiciones lo que hacemos es definir con mucha claridad la temática de la exposición y a partir de eso empezamos a trabajar la agenda de programas públicos”.

Por medio de los programas públicos, el MAC busca acercar a distintas audiencias al museo. Más allá de solo visitar la muestra, pretende también ser la voz de quienes no la tienen. “Por ejemplo, la exposición 'Guardar semillas en el cabello' trata sobre empoderamiento femenino, comunidades afropanameñas, la influencia de ellos en nuestra propia pintura, nuestra propia identidad. La autorrepresentación de estas comunidades versus como tradicionalmente han sido mostradas”, añadió Alemán.

Para crear una actividad, el equipo de trabajo del MAC se reúne con las organizaciones o colectivos para definir qué desean mostrar y de qué manera. La directora relató que les preguntan si se ven haciendo un conversatorio, una exposición, una charla u otra actividad.

“Sabemos que de esta forma se van a acercar diferentes personas por diversas razones; las familias se van a acercar para traer a los niños a escuchar un cuentacuentos. De repente, si a una persona le interesa más la parte de historia, se va a acercar a un conversatorio; los más jóvenes se van a acercar a estas fiestas nocturnas de arte y cultura”, manifestó Alemán.

Para los jóvenes, el museo tiene el programa 'Parking en el MAC' al que invitan a estudiantes universitarios a realizar un recorrido por el lugar. A pesar de ser un programa nuevo, han participado alrededor de 100 jóvenes. .Además, aprenden sobre cuáles son los profesionales que pueden trabajar en un museo. “Como la curaduría, hacemos ejercicios de curaduría con los jóvenes (...) aquí hay financieros, comunicadores, personas de mercadeo, administradores”, agregó la directora.

La fiesta del viernes feroz es otro programa que ofrece el museo. Alemán reveló que ha sido “súper exitosa”. Cuando se ideó esta actividad, el MAC buscaba introducirse en la oferta cultural y de entretenimiento. El objetivo era ofrecer algo atractivo para los jóvenes sin perder el componente de visitar el museo, hacer recorridos guiados o hablar con artistas. Decidieron crear esta iniciativa en la que hay cerveza y Djs, pero también hay aprendizajes.

La directora ejecutiva destacó que la actitud de los más jóvenes con respecto a los museos ha comenzado a cambiar, “empiezan a pensar en el museo como un lugar de aprendizaje y entretenimiento. La oferta va dirigida a muchas cosas, es un espacio de crecimiento personal hasta de soporte emocional”.

El MAC tiene un programa junto con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en el que han atendido a más de 12 mil niños, les brindan transporte y comida, los llevan al museo para conectarlos con el arte. Con esto procuran generarles curiosidad, reflexión y pensamiento crítico. Les dan la oportunidad de expresarse, eliminan la “rigidez” del sistema educativo tradicional y dan espacio a actividades de libre pensamiento.

“Estamos creando ciudadanos más conscientes de las temáticas de su propio país que puedan verse reflejadas en el museo; a su vez, eso crea mayor tolerancia, más empatía y aporta al bienestar de la comunidad”, explicó Alemán.

Cada semana realizan actividades que profundizan los temas que se dan en las aulas escolares, pero de una manera distinta. “Ya no es solo venir al museo a ver una exposición, sino conversar, intercambiar ideas de una forma lúdica, no tan académica, entender que la cultura también es diversión”, expresó.

Durante la pandemia, el MAC puso a prueba los modelos educativos que estaban desarrollando. Atendieron virtualmente a más de 3 mil niños. Superada la fase crítica de la situación salud, ahora el museo ofrece educación desde un formato híbrido, aunque con más presencialidad.

Asimismo, abrió una sala de biblioteca con entrada gratuita y sin reserva, que denomina como “un auténtico santuario”, con libros sobre colecciones de arte del mundo, bienales, otros museos, historia del arte, entre otros tópicos. Avanza en un proyecto para conectar el contenido de esta biblioteca con otros archivos del país.

El MAC Panamá fue fundado en el año 1962 como Instituto Panameño de Arte (Panarte), una entidad privada sin fines de lucro, creada con el propósito de promover el desarrollo cultural de la comunidad panameña.